Un incómodo momento vivió la periodista María Juliana Correa, quien estaba informando sobre el partido Colombia – Chile, que terminó 4 – 0, en la última jornada de Eliminatorias
en Barranquilla
el pasado martes.
Mientras la comunicadora estaba informando sobre la celebración en Barranquilla por cuenta del triunfo de la Tricolor, un atrevido hincha se le acercó en plena transmisión en vivo y trató de besarla.
La respuesta o gesto de la periodista fue rápidamente alejarse del hombre, mientras su compañero en estudio rechazó el acto y pidió respeto por la reportera, haciéndole un llamado al equipo de producción que la acompañaba que no permitieran este tipo de comportamientos de los hinchas con el equipo periodístico.
“Hay quienes están celebrando, pero con moderación y respeto, muy molesto lo que le acaba de pasar a Juliana, le pido al equipo de producción que ayuden a controlar a quienes están en la emisión”, dijo.
Sin embargo, no todo termina ahí, pues el hincha resultó ser un concejal de Duitama, no solo concejal sino el presidente del Concejo municipal.
Se trata de Julián Andrés Gómez Martínez, concejal de Duitama por el parido Cambio Radical y quien hoy está en el ojo del huracán del escarnio público por intentan besar a la presentadora, mientras ella hacía su trabajo, hecho que quedó grabado en vivo.
Giovanni Celis, director de Red Más Noticias, en medio de la transmisión del noticiero del jueves 17 de octubre, volvió a rechazar el actuar del hombre y pidió a la Procuraduría abrir una investigación en su contra.
“Rechazamos el hecho en el momento en que sucedió, porque es inaceptable, pero lo más delicado del asunto es que el responsable de esta patanería resultó ser un político, presidente del Concejo Municipal de Duitama. Este tipo de hechos son inaceptables”, dijo.
El presidente del Concejo de Duitama, le escribió personalmente a la periodista, le ofreció una disculpa y aludió a decir que el momento se había dado en medio de la alegría por cuenta del fútbol.
Aseguró que también era periodista y que no quería incomodarla, pero que para él este acto de "robar un beso en la mejilla", no estaba mal visto.