En Bogotá, la historia de Javier Acosta , un joven de 36 años, ha conmovido a muchos. Hace nueve años, un accidente de tráfico dejó a Javier en silla de ruedas, y posteriormente, una infección grave, contraída en una piscina, lo llevó a desarrollar un cáncer de sangre. A pesar de los intensos tratamientos, su condición se ha agravado, extendiéndose hasta su cabeza. Frente a un panorama sin esperanzas de recuperación, Javier ha tomado la difícil decisión de someterse a la eutanasia el viernes 30 de agosto.
A lo largo de estos años, la compañía de su fiel perra negra, Katy, ha sido un rayo de luz en su vida. La Fundación Adopta un buen amigo Chan (@Adoptaunbuenamigochan) de Chía, que ha estado ayudando a encontrar un nuevo hogar para Katy, compartió el conmovedor mensaje junto con algunas fotografías.
En la carta, se expresa el amor que se sentían entre los dos: “Te voy a extrañar mucho, pero prometo jamás olvidarte. Solo te pido que mandes unos ángeles para que pronto vuelva a estar en una familia rodeada de amor”. Además, rememora con cariño los momentos compartidos.
“Hoy solo quiero agradecerte por haberme escogido como tu compañera de aventuras, ambos nos hicimos compañía y no sé si yo te salvé a ti o tú a mí. Compartimos tantos momentos, risas, sueños, paseos en carro, los partidos de fútbol que no perdíamos sentados en el sillón de la que fue nuestra casa 😔”.
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"Te voy a extrañar mucho pero prometo jamás olvidarte 👼🏻 solo te pido que mandes unos ángeles para que pronto vuelva a estar en una familia rodeada de amor 🥹❤️", finaliza la carta.
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