Consumir leche todos los días puede ser seguro y beneficioso para muchas personas, ya que es una buena fuente nutrientes, energía y más. Sin embargo, hay algunas consideraciones para tener en cuenta si es que es un alimento que a diario está en su plan de comidas . Por ejemplo, si tiene alguna condición de salud que reduzca o prohíba estos productos derivados.
¿Hay riesgo en consumir leche todos los días?
La leche y el resto de los productos lácteos constituyen un grupo de alimentos completo y equilibrado, por lo que no es un riesgo consumirla todos los días, según precisó el nutricionista Jaime Céspedes, actual director del Hospital Pediátrico de la Fundación CardioInfantil.
Explicó que la leche proporciona un elevado contenido en nutrientes en relación con el contenido calórico. Sus proteínas (caseína y proteínas del suero) son de alto valor biológico y, además, aporta hidratos de carbono (lactosa), grasas y vitaminas liposolubles.
"Se recomienda una ingesta diaria de dos a cuatro raciones. En concreto, dos raciones en la primera infancia, dos a tres para los escolares y entre tres y cuatro para los adolescentes", detalló. Cabe recordar que una ración de leche equivale a 200-250 ml, una de yogur a 125 ml y una de queso curado de 40 a 50 g).
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¿Cuáles son los beneficios reales de la leche?
Céspedes señaló que, principalmente, es un alimento rico en minerales, en especial calcio y fósforo. El calcio constituye el principal componente del hueso y "es esencial para el mantenimiento de una buena salud ósea".
Además, de acuerdo con la nutricionista Laura Hormaza, especialista en el área deportiva, también tiene muchos beneficios tanto para niños como para adultos mayores, pues fortalece el óptimo funcionamiento del sistema músculo esquelético. Incluso, dijo, gracias a la leche, hoy en día se puede contar con una de las estrategias nutricionales más utilizadas en el mundo deportivo, conocida como proteína whey o proteína de suero de leche, "la cual le permite no solo a deportistas, si no a cualquier persona, cumplir con su requerimiento de proteína diario.
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¿Hay alguna condición de salud en la que se recomiende no consumir leche?
El nutricionista Jaime Céspedes aclaró que se recomienda no tomar leche en los casos como: alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV), intolerancia a la lactosa o intolerancia a otros componentes de la leche: (sensibilidad a otros componentes de la leche, como la caseína o la grasa, lo que puede causar síntomas digestivos o inflamatorios).
También si la persona está en una dieta especial o tiene algunas preferencias alimenticias: dietas veganas o quienes prefieren no consumir productos de origen animal evitan la leche de vaca por razones éticas, medioambientales o de salud.
¿Existe un alimento que reemplace los beneficios que ofrece la leche?
Según indicó Hormaza, en la actualidad no existe algún alimento que pueda remplazar completamente a la leche de vaca; sin embargo, hay alimentos que "pueden dar un aporte y beneficios similares", en su mayoría, alimentos de origen animal. En este caso, Céspedes comentó que puede reemplazarse por una variedad de alternativas, dependiendo de la razón para evitarla.
Al elegir un sustituto de la leche, añadió, es útil considerar las necesidades nutricionales individuales, como el contenido de proteínas, grasas saludables, micronutrientes como el calcio y la vitamina D y, pidió, siempre asesorarse de un experto en nutrición clínica.
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Los diferentes tipos de leche
En primer lugar, según describió el nutricionista Céspedes, están las leches vegetales, de las cuales dijo que son alternativas populares que no contienen lactosa ni proteínas animales; adecuadas para personas con alergias o intolerancia a la lactosa y para dietas veganas. Algunas opciones incluyen:
- Leche de almendra: baja en calorías, pero contiene menos proteínas que la leche de vaca. Algunas versiones están fortificadas con calcio y vitamina D.
- Leche de soya: parecidas a la leche de vaca en términos de contenido de proteínas y está frecuentemente fortificada con calcio y vitamina D. Indicó que tiene un sabor más fuerte y es rica en nutrientes.
- Leche de avena: rica en fibra y algunos fabricantes la fortifican con calcio y vitaminas. Es ideal para personas con intolerancias o alergias a las nueces o soya.
- Leche de coco: rica en grasas saludables. Explicó que se utiliza comúnmente en la cocina por su textura cremosa, aunque es baja en proteínas y puede no ser fortificada.
- Leche sin lactosa: en este caso, aseveró que es leche de vaca que ha sido tratada para descomponer la lactosa, haciéndola adecuada para personas con intolerancia a la lactosa. Contó que mantiene el contenido de nutrientes similar a la leche regular, como proteínas, calcio y vitamina D.
Es importante recordar que, si busca empezar un plan alimenticio o saber más sobre los beneficios de un producto en específico, lo indicado es acudir a un experto o especialista del área salud.
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