Después de la muerte de la monarca más famosa del mundo, la reina Isabel II de Inglaterra, este jueves, 8 de septiembre, el mundo entero se conmocionó y, en medio de ese desconcierto y duelo, salió a la luz una estremecedora profecía de Nostradamus sobre el futuro de la nación sin ella.
Michel de Notre-Dame, popularmenteconocido como Nostradamus, es considerado uno de los videntes más sorprendentes de la historia debido a su gran exactitud en los diversos vaticinios que realizó desde hace cientos de años.
Entre las profecías más famosas que realizó y las cuales lo llevaron a hacerse el nombre que tiene hoy en día, se encuentra el haber pronosticado la muerte del rey Enrique II, de Francia; el ascenso de Adolf Hitler; la caída de las Torres Gemelas y el lanzamiento de las bombas atómicas en Nagasaki e Hiroshima.
Ahora bien, en medio dela incertidumbre que se vive en el Reino Unido, se revivió una profecía del francés que podría aplicarse con la actualidad de la realeza y que fue mencionada a principios de este año en uno de los foros sobre teorías conspirativas más famosos del mundo, Above Top Secret.
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Al final de la guerra, las grandes potencias cambian. Cerca de la costa nacen tres hermosos niños. Arruinarán al pueblo cuando sean mayores de edad. Cambiarán el reino y no lo verán crecer más
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Especialistas y conocedores del tema aseguraron que los tres “hermosos niños” de los que habla el texto podrían ser el príncipe Harry, el príncipe William y la princesa Beatriz,nietos de la reina Isabel II. Y, según el mismo escrito, serían los encargados de arruinar su nación.
La conspiración suena más interesante cuando el francés hace referencia a una guerra y al nacimiento de los tres ya mencionados pequeños; el conflicto mencionado sería el de las Malvinas, entre Inglaterra y Argentina y el nacimiento sería el del príncipe William, quien a los siete días después de la finalización del evento bélico vino a la vida.
Ahora bien, de acuerdo con especulaciones, la coronación del nuevo rey de Inglaterra, Carlos III, podría ser el detonante de la disolución de la monarquía británica, pues, debido a su avanzada edad, este no duraría mucho tiempo en el trono, por lo que, William, segundo en la línea, lo sucedería y convertiría al país en una república.
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