
Las redes sociales se han convertido en plataformas de uso diario, que permiten la comunicación entre las personas y además brindan otra serie de opciones para el entretenimiento y ocio.
Sin embargo, su uso también ha generado preocupaciones sobre su impacto en la salud mental. Si bien pueden proporcionar beneficios como la conexión social y el acceso a apoyo emocional, su uso excesivo o inadecuado puede contribuir a problemas psicológicos.
Según la psicología, el uso desmedido de las redes sociales ha sido asociado con un incremento en la aparición de trastornos de sueño, ansiedad, depresión y problemas de autoestima, sobre todo en los más jóvenes, personas con edades comprendidas entre 16 y 26 años.
Por otro lado, la psicóloga Marin Rojas, señala que: "Si a tu hijo le dejas que tenga un teléfono desde muy pequeño, es como si tú le estuvieras poniendo un minibar en su cuarto, y le dijeras que cada vez que esté aburrido o estresado, no te preocupes, te puedes tomar una copa. Aunque todo esto parece excesivo, la pantalla genera un proceso similar, pero en los adultos pasa lo mismo. Si nosotros utilizamos, cada vez que estamos estresados y aburridos el teléfono , suceden dos cosas: la primera es que generamos una sociedad con una nula tolerancia a la. Frustración porque quiero algo y lo siento, quiero sexo y tengo Tinder, quiero pornografía y tengo aplicación de pornografía, quiero compras y tengo compras online. No sé esperar, no sé aburrirme".
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Estrategias para uso saludable de las redes sociales
- Limitar el tiempo de uso: establecer horarios específicos para evitar la dependencia.
- Seguir cuentas que promuevan el bienestar: priorizar contenido positivo y educativo.
- Evitar la comparación social: recordar que lo que se muestra en redes no siempre refleja la realidad.
- Fomentar la interacción en el mundo real: equilibrar el tiempo en línea con actividades fuera de la pantalla.
- Practicar el autocuidado: realizar pausas digitales y priorizar la salud mental.