Un caso le ha dado la vuelta a todo Estados Unidos, pues, a sus 18 años, Laren Dawn Nelson se volvió madre sin saberlo por mucho tiempo, pues se enteró que esperaba un hijo el mismo día que lo tuvo debido a que por meses no mostraba signos que aparentan tener uno.
De acuerdo con el Daily Mail, todo sucedió un día en el que salió con su amiga a un tienda local y comenzó a sentir un fuerte dolor de estómago. Suponiendo que era algún tipo de virus, ella le recomendó que fueran al hospital ya que la veía bastante mal y, allí, fue que se llevó la sorpresa de que en realidad se encontraba embarazada.
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"Estaba en completo shock, no sabía qué pensar, empecé a reír y llorar al mismo tiempo. Esta enfermera sale con una mirada de sorpresa en su rostro, le dijo a mi amiga que consiguiera una silla de ruedas y me dijo que me sentara (...) Me senté y pensé: 'Oh, no, ¿qué está pasando?', porque tenía estos dolores cada dos minutos, que en ese momento no sabía que eran contracciones", contó el medio mencionado.
Y es que, según el médico, la razón por la cual durante meses la joven no notó este embarazo era a raíz de que era un críptico, que es cuando una mujer pese que experimenta los síntomas, no suelen ser fuertes y pasa por desapercibido descartando un embarazo y dejando todo cerca de lo que podría ser un virus.
Una vez los médicos notaron la labor de parto, trasladaron a la joven en una silla de rueda y se comunicaron con la madre para contarle que iba a ser abuela, que, por supuesto, al comienzo lo tomó como una broma: "Mi mamá instantáneamente comienza a entrar en pánico diciendo: '¿Quién está ahí?' y preguntándose si era una especie de broma de mal gusto'", dijo. A la final pudo dar a la luz de Silas, su bebé, con quien prometió será la mejor madre del mundo.
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