En una reciente emisión de "La Sala de Laura Acuña", Cristina Estupiñán reveló cómo su fe y una intervención oportuna del futbolista Radamel Falcao García junto a su esposa Lorelei Tarón fueron clave en la superación de una crisis matrimonial con su esposo, el periodista deportivo Juan Felipe Cadavid.
Durante la entrevista, Estupiñán compartió los desafíos a los que se enfrentó, desde las complicaciones durante el embarazo de su primer hijo hasta sorpresas desconcertantes en su vida personal. La historia comenzó con las dificultades que Cristina enfrentó durante su embarazo, un periodo que puso a prueba su matrimonio con Cadavid.
Tuvimos un problema mayúsculo, yo tenía que tomar decisiones, estaba embarazada y debido a esa situación con Juan Felipe tengo siete amenazas de embarazo
"Después tienes otra experiencia, viene otra prueba", le recordó Laura Acuña, refiriéndose a la llegada de su hija Miranda y los nuevos retos para la pareja.
Estupiñán mencionó que durante este tiempo, la pareja se encontró en un momento crítico, debiendo tomar decisiones significativas sobre su relación. Fue en este punto en donde la figura de Falcao y su esposa Lorelei se convirtieron en un soporte esencial.
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El matrimonio entre Estupiñán y Cadavid enfrentó su mayor dificultad cuando se separaron temporalmente. En medio de la crisis, Falcao, amigo de la infancia de Cadavid, intervino para guiar a su amigo de vuelta a sus creencias compartidas.
"Falcao le dice: '¿qué es lo que está pasando?'", señaló la comunicadora, resaltando la influencia positiva del futbolista. Lorelei Tarón también jugó un papel fundamental, ofreciendo apoyo espiritual a Estupiñán a través de constantes oraciones.
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"Me llamaba todos los días... Me consagré a Dios", compartió la presentadora sobre el apoyo recibido por parte de la esposa del delantero colombiano.
La historia tomó un giro aún más inesperado cuando Estupiñán reveló que la crisis fue fundamentada por un acto de brujería, descubierto durante una mudanza.
Encontraron "un tarro con pelos y como con sangre y cosas feas, muy feas", un hallazgo que profundizó la fe de Estupiñán en su lucha contra las adversidades. "Dios es más grande que todo", concluyó, reflejando su convicción en la victoria del bien sobre el mal.
A través de esta experiencia,Estupiñán destacó la importancia de la fe y la amistad en los momentos más difíciles. La solidaridad de Falcao y su esposa no solo brindó apoyo emocional y espiritual, sino que también reafirmó el papel fundamental que la religión juega en la vida de muchas personas, actuando como una brújula durante las tormentas personales.
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Esta historia, que combina la lucha personal con el poder de la fe y la amistad, resuena en muchas personas que han encontrado en su espiritualidad y relaciones cercanas un faro de esperanza. La intervención de Falcao en la vida de Estupiñán y Cadavid ilustra cómo, a veces, la figura de un amigo puede ser crucial en reorientar vidas hacia un camino positivo.
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