Los alimentos ultraprocesados son productos alimenticios que han pasado por múltiples etapas de procesamiento industrial y contienen ingredientes añadidos que no se encuentran en la cocina tradicional, como colorantes, conservantes, saborizantes, emulsionantes, edulcorantes artificiales, y aditivos químicos. Su objetivo principal es mejorar la palatabilidad, la durabilidad en los estantes o la facilidad de preparación, pero suelen estar diseñados para ser más atractivos y generar mayor consumo.
Estos alimentos pueden ser perjudiciales para la salud física y mental. Aun así, en la actualidad representan más de la mitad de las calorías de la dieta estadounidense estándar.
Estos productos suelen tener un bajo contenido en nutrientes esenciales, como vitaminas
, minerales y fibra, y altos niveles de grasas saturadas, azúcares, sodio y calorías vacías. Ejemplos comunes de alimentos ultraprocesados que no se deberían consumir:
- Refrescos y bebidas azucaradas
- Papas fritas, snacks empaquetados y galletas
- Cereales de desayuno azucarados
- Comidas congeladas o precocinadas
- Postres y dulces industriales
El consumo habitual de alimentos ultraprocesados ha sido vinculado con varios problemas de salud , entre ellos la obesidad, la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y diferentes tipos de cáncer. Esto se debe a su impacto negativo en el metabolismo, la inflamación y el equilibrio energético, además de que pueden desplazar el consumo de alimentos frescos y naturales, lo que conduce a una dieta desequilibrada.