Este sábado en Mascotas BLU estuvo Víctor Manuel Molina, médico veterinario y magíster en medicina veterinaria de pequeños animales, quien habló sobre las diferentes hernias que se pueden presentar en las mascotas y cómo identificarlas.
Molina aclaró que una hernia se presenta cuando “una porción de las vísceras o de las estructuras que rodean las vísceras de la cavidad abdominal se salen por un orificio, que puede ser de origen natural, por ejemplo, el orificio que se genera por el cordón umbilical”.
De hecho, la hernia umbilical es una de las más comunes en los animales y se puede presentar por dos factores.
Tras el parto, por naturaleza las madres deben comerse sus placentas, su cordón umbilical y algunas muerden muchísimo el cordón umbilical y obviamente no se da ese proceso de cicatrización como debe ser. Además, está la hernia umbilical iatrogénica que es causada por el humano. Cuando un animal está en proceso de reparación del ombligo y los dueños empiezan a cargarlos tomándolos de las axilas, haciendo una tensión de las patitas de atrás hacia el suelo, esa tensión abre ese orificio y facilita las hernias,
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El médico veterinario comentó cómo las personas pueden identificar la hernia umbilical en las mascotas.
“Tomo a mi mascota de las axilas, la levanto y miro el ombligo. Si le sale una protuberancia como una bolita y si con el dedo pulgar la toco y la bolita entra y sale, quiere decir que mi animalito tiene una hernia”, aclaró.
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Asimismo, Víctor Molina contó que las hernias perianales y la hernia en el músculo diafragma son frecuentes en las mascotas.
Lo que se conoce como el periné, ese espacio que existe entre el ano y órgano reproductor, los músculos se rompen o se dañan, pierden su fortaleza a medida que se envejecen y se forma la hernia
“Por otro lado, el músculo diafragma que separa el tórax del abdomen, ahí hay un orificio por donde tiene que pasar el esófago. A veces ese orificio se agranda mucho y se da una hernia. ¿Qué pasa? Una parte del estómago se va al tórax”, dijo.
Entretanto, el veterinario hizo énfasis en los perros braquiocefálicos, que tienen la mandíbula más grande que el hueso maxilar o coloquialmente llamados ‘ñaticos’ como los pug, shitzu, boston terrier, bulldogs ingleses o franceses, son más propensos a sufrir distintos tipos de hernias.
Finalmente, Molina enfatizó que todas las hernias deben ser operadas “porque es una anormalidad estructural” y se debe prestar mucha atención a los perros que estructuralmente son grandes pero que morfológicamente son pequeños para tratar oportunamente las hernias discales como el bulldog francés, el pastor alemán, el golden retriever o el labrador retriever.
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Escuche la entrevista completa de Mascotas BLU aquí: