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En el Año Nuevo , muchas personas implementan diferentes agüeros al llegar la media noche con el fin de que se les cumplan algunos deseos en el año a iniciar. Uno de los más utilizados es comer doce uvas a la media noche que permite cumplir ciertas cosas.
Esta tradición tiene sus orígenes en España, pero se ha extendido en varios países del mundo, pues la costumbre surgió como una manera de festejar la abundancia de la cosecha de uvas en la región. Con el paso de los años, esta práctica ganó popularidad y se transformó en un símbolo para recibir el año nuevo.
Es por eso que, según esta tradición, las 12 uvas que se comen tienen un significado especial, representando cada uno de los meses del año que está por iniciarse. Al comerlas en los primeros instantes del Año Nuevo, se intenta atraer fortuna y prosperidad para cada mes. Además, esta tradición simboliza dejar atrás las dificultades y preocupaciones del año anterior, comenzando el nuevo ciclo con esperanza y actitud positiva.
El hábito de comer uvas en la noche del Año Nuevo se ha transformado en una tradición importante para las familias. Reunidos alrededor de la mesa, esperan las campanadas de medianoche y participan juntos en este ritual. Esta costumbre fortalece los lazos familiares y genera momentos compartidos que se atesoran en una ocasión tan especial.
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Ambas se pueden utilizar para el agüero de fin de año, pues según indican, no les quita el propósito con el cual se llevan a cabo cada una de las intenciones y pueden realizarse tanto con rojas como con verdes.
Además, ambas ofrecen vitaminas y minerales. Entre ellos se destaca el potasio, esencial para el mantenimiento de una presión arterial saludable y para el correcto funcionamiento de los músculos y nervios.
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