El ají , una variedad de chile o pimiento picante, es un ingrediente fundamental en muchas culturas gastronómicas alrededor del mundo, especialmente en América Latina, Asia y África. Además de su sabor característico, el ají ofrece una amplia gama de beneficios para la salud, que van más allá de su uso culinario. Sus propiedades medicinales se deben en gran parte a la capsaicina, el compuesto activo que le da su característico picor, junto con otros nutrientes esenciales.
En Colombia, la producción de ají es una actividad agrícola importante, que se ha venido expandiendo en los últimos años, debido a la creciente demanda tanto a nivel nacional como internacional. Colombia cuenta con una gran diversidad de microclimas y terrenos propicios para el cultivo de ají, lo que le permite producir varias variedades de este picante, como el ají habanero, el ají criollo, el ají pimiento y el ají dulce, entre otros.
“En Colombia, se siembran grandes variedades de ají y están sobre todo en el Valle del Cauca y la Costa Atlántica y en la Amazonía. Ha sido un producto por las comunidades indígenas y sembrado de una manera tan especial que hace que este producto sea un producto sagrado en muchas culturas indígenas del país”, señaló Claudia Saldarriaga, chef colombiana.
Por otro lado, en Colombia, el ají es un ingrediente esencial en la gastronomía nacional, siendo utilizado en salsas, adobos, sopas, guisos y ensaladas, pero además también contribuye en la salud, ya que contiene gran cantidad de vitamina C y además es cicatrizante.
“La gente lo asocia que cuando se consume ají les da gastritis y lo que sucede es que para muchos pacientes con gastritis se les puede dar ají es cicatrizante y ayuda a tener el estómago segregando muchos líquidos para que el funcionamiento sea mejor, también es vasodilatador y ayuda a desinflamar”, señaló Saldarriaga a Blu Radio.
La producción de ají en Colombia sigue creciendo, con un panorama prometedor para su desarrollo y exportación.
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