Aiden es un niño de 14 años en Texas, Estados Unidos, que tiene leucemia linfocítica en estado crítico y se encuentra en un complejo tratamiento.
Su papá se llama Chuck y se ha ingeniado una manera de seguir conectado con su hijo y de llevarle alegría: bailándole, por lo que ya lo llaman como 'el papá del año'.
Lo hace de una manera aún más creativa: bailan, juntos, Chuck desde el parqueadero del hospital y, Aiden, desde la ventana quien, en medio de risas, trata de seguirle el paso a su papá, que además no lo hace para nada mal.
Todo debido a que la condición crítica de salud de Aiden hace que se limite a uno de los padres la visita y asistencia del niño. Entonces la mamá se queda con el menor, mientras el papá, desde abajo, aprovecha para darle lo suyo, mucha alegría a través del baile.
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Y ha sido el mismo hospital, el Cook Children's Hospital, el que publicó en sus redes sociales el caso de Chuck y Aiden, recordando además la importancia del trabajo en familia para luchar contra el cáncer de los niños.
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En su perfil de Facebook, el hospital reveló que "debido a las restricciones de visitas, solo se permite la entrada al centro médico a un padre o cuidador por paciente. Todos los martes, mientras la madre de Aiden se une a él en la clínica para el tratamiento del cáncer, su padre, Chuck, se para afuera y baila para levantar el ánimo al niño".
La historia ha despertado toda clase de mensajes de apoyo y admiración para Chuck y Aiden quienes, en medio de lo complejo y duro del tratamiento, han podido sobrellevar con alegría y mucha compañía los embates del cáncer.