Malmed nació en octubre de 1937 en Francia, un pueblo pequeño ubicado a 60 kilómetros al norte de Paris, llamado Compiègne, ciudad donde se firmó el armisticio de la Primera Guerra Mundial.
“Todo cambió el 19 de julio de 1942 a las 5 de la mañana cuando llegaron cinco policías franceses a nuestro apartamento y arrestaron a nuestros padres”, relató.
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Las autoridades sabían que eran judíos debido a que fueron forzados, según Malmed, por la administración francesa a “tener un signo, una marca, una estrella de David que debían portar, era lo que los identificaba”.
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“El infierno comenzó en ese momento, todos los días había nuevas reglas, la primera era que todos los judíos que tuvieran negocios debían entregarlos al gobierno para evitar que colaboraran con el enemigo”.
Malmed además contó que a partir de ese momento, cuando la guerra se declaró entre Francia, Inglaterra y Alemania, los judíos “no podían ir a ningún restaurante, parques públicos y otros lugares; ninguno podía usar radios, ni movilizarse por el pueblo”.
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Escuche todo el impactante testimonio aquí.
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