En medio de la situación de pobreza que enfrenta Venezuela, un grupo de 40 voluntarias se dedican a restaurar peluches en un “hospital” para poder llevarle alegría a los niños menos favorecidos
Según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), durante 2021, el 76,6 % de los venezolanos viven en la pobreza extrema, es decir que no pueden cubrir sus necesidades básicas alimentarias
Desde 2017, voluntarias de todas las edades se han dedicado a reciclar por lo menos 30.000 juguetes que son llevados a las escuelas, fundaciones y zonas vulnerables de todo el territorio venezolano
El Hospital de Peluches, como es conocido, funciona en la casa de Lilian Gluck, quien inició con el proyecto de restauración con los juguetes de sus tres hijos
Su primera entrega fue un mono de peluche que arregló y se lo dio a un pequeño que estaba internado en un hospital a la espera de una cirugía
afirma la mujer de 63 años a AFP
Dentro de una de las habitaciones de la casa de Lilian, hay al menos unos 300 juguetes, de todas las épocas, a la espera de ser atendidos en el Hospital de Peluches, pues personas de todas las edades se animaron a donar
Entre las 40 voluntarias que hay en la ONG se reparten las labores, mientras unas lavan, otras cosen, remiendan y perfeccionan los juguetes para entregarlos
Una vez finalizan el proceso, a cada uno de los juguetes se les pone un mensaje en el que se lee: "Hola, soy tu nuevo peluche, soy un peluche con experiencia porque jugué con otro niño, quiéreme y cuídame que yo haré lo mismo contigo, y cuando seas grande regálame a otro niño que me quiera como tú".
El proyecto busca generar conciencia entre las personas para que donen los juguetes que ya no estén en uso y, así, otros niños puedan disfrutar de ellos una vez estén arreglado
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