La operación llevada a cabo por las autoridades para detener a Pablo Escobar, el delincuente más buscado en la historia del país, abarcó un periodo de 500 días, desde el 22 de julio de 1992 hasta el 2 de diciembre de 1993, fecha en la que 'el capo' fue abatido.
A treinta años de este acontecimiento, Caracol Televisión transmitirá el domingo, 3 de diciembre, después de Los Informantes, el documental '500 días de Escobar, la vertiginosa caída del capo'. Este documental exhibe, a través de imágenes de archivo y testimonios de la época, todo el proceso de la captura del narcotraficante. Camilo Chaparro, periodista que en ese momento trabajaba en el periódico El Tiempo, y que siguió de cerca las atrocidades de Escobar, habló en Sala de Prensa Blu con Juan Roberto Vargas, sobre la cadena delincuencial que se encabezó el llamado capo.
"Son muchos los recuerdos y todos trágicas. Nunca se me olvidará el carro bomba en cerca el parque de la 93 con 15, donde ponen el carro bomba y llega un señor que parquea su camioneta y pasa al centro comercial que todavía existe ahí. Allí dejó a su hija menor, de cinco años en la camioneta y los bandidos, estos terroristas colocan el carro bomba al lado de la camioneta de él. Es una imagen que a mí nunca jamás he podré borrar nunca ningún, a mí me tocaron todos los carros bombas de Bogotá, todos, todos los cubrí del primero una noche en la 72 con Séptima frente a una pizzería que fue el que menos daño hizo, el del Minuto de Dios, el del centro internacional, todos", señaló.
Chaparro también habló del momento en que se conoció la muerte del capo y mencionó la reacción de sus más acérrimos enemigos, quienes festejaron la muerte de Pablo Escobar, con la que, supuestamente, se acababa la guerra de horror y zozobra en el pías. Años después la historia dirá que solo se cambiaron los nombres.
Publicidad
"Hay un un recuerdo que nunca olvido y es que en esa época no habían celulares, no habían redes sociales, no había internet, no teníamos como entrar redes. Tenía el beeper de Gilberto Rodríguez Orejuela, que era el enemigo número uno de Pablo Escobar, y yo lo cubrí a él y nunca se me olvidará que como 10 minutos después de que la noticia se conoce, él me llama (...) Nunca se me olvida que él me llama llorando. Gilberto Rodríguez Orejuela me llama llorando y me dice esta frase me dice "Hoy le puedo decir que tengo la certeza que voy a morir de viejo y no asesinado. Acaba de morir mi peor enemigo". O sea, esa esa frase de ellos celebrando la muerte de su peor enemigo y reconfirma de la noticia. No se me olvida", señaló.
Además, contó los detalles de la guerra que mató a cientos de personas víctimas de una guerra que, a 30 años de la muerte de Pablo Escobar, no da tregua. Chaparro les contó a los oyentes sobre el hecho que lo marcó en una época en la que los carro bomba, las bombas, los muertos y los atentados en el país eran cosa de cada día.
Publicidad
Finalmente, el periodista entregó una reflexión sobre lo que ha pasado en Colombia tras la muerte del más temido narcotraficante del país y mencionó que, a pesar de la muerte de Escobar, la sociedad colombiana sigue sumida en una guerra de narcos y con la zozobra de salir a las calles.
"El problema es el mismo o sea, hoy es fácil mirar que estamos inundados de droga, que que el narcotráfico sigue en su mejor momento, sino la historia. La historia ha cambiado a los protagonistas, pero el hecho, el cáncer que ha dañado, que ha maldecido a Colombia, sigue ahí", dijo.
Le podría interesar:
Publicidad