En Colombia, el cacao tiene un impacto social importante, ya que es cultivado principalmente por pequeños agricultores. Además, ha sido un motor de desarrollo rural y sustitución de cultivos ilícitos en varias regiones del país.
Por otro lado, el chocolate alcanzó los 800 millones de dólares en Colombia y un crecimiento global del 8 % en el segmento gourmet, el cacao colombiano se está consolidando como una de las joyas más valiosas en la industria del chocolate. Este año, Colombia fue galardonada con el oro en el concurso Cacao of Excellence, lo que destaca la calidad sobresaliente de su cacao y el esfuerzo de sus productores.
Mientras que a nivel global la producción de cacao ha disminuido un 11.7 %, Colombia ha mostrado un crecimiento sólido y sostenido. En 2023, las exportaciones de cacao colombiano superaron los 131 millones de dólares, de los cuales más de 95 millones correspondieron a productos procesados. Este avance refleja no solo la alta calidad del cacao colombiano, sino también una tendencia creciente hacia productos con valor agregado que están ganando terreno en mercados exigentes como Europa y Norteamérica.
Nataly Nicholls, fundadora de Magno Chocolates, encabeza esta transformación resaltando la singularidad del cacao fino de Colombia, que representa solo el 8 % de la producción mundial y se distingue por sus notas frutales, de nueces, caramelo y especias. A diferencia de otros países, en Colombia esta riqueza abunda. Al utilizar exclusivamente cacao fino 100 % colombiano, Nicholls asegura que cada grano conserva estas características únicas. Además, su iniciativa promueve el empoderamiento de mujeres emprendedoras en la industria del cacao a través del programa "The Magno Chocolate Mission", que ofrece formación en áreas como finanzas, mercadeo y desarrollo de marca.
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Magno Chocolates también ha lanzado el Pistacho Knafeh, un chocolate gourmet muy apreciado en Arabia, demostrando que el cacao colombiano no solo compite a nivel internacional, sino que también lidera en innovación y sabor.
A pesar de su importancia económica y social, la producción de cacao enfrenta varios desafíos, incluidos los cambios climáticos, la falta de infraestructura adecuada, plagas y enfermedades que afectan las plantaciones. Sin embargo, hay un creciente interés en mejorar las prácticas agrícolas sostenibles y en promover productos de valor agregado, como el chocolate artesanal y los derivados del cacao, lo que abre nuevas oportunidades para los productores de cacao en mercados internacionales.
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