En un esfuerzo por abordar las desigualdades de género y las barreras en torno a la menstruación,
Profamilia lanzó el programa educativo "Sin Reglas". Este innovador programa busca promover una vivencia plena, informada, digna y libre de violencias en las experiencias menstruales de todas las personas.
Durante el conversatorio "Menstruaciones Sin Reglas. Un asunto de salud, educación y derechos que transciende la higiene", se presentó este programa que articula actividades y acciones pedagógicas para fortalecer habilidades y conocimientos en torno a los Derechos Sexuales, Reproductivos y Menstruales.
Según datos del Dane, el 86 % de las mujeres en Colombia han interrumpido sus actividades diarias debido a su menstruación, mientras que el 15,1 % ha enfrentado dificultades económicas para adquirir insumos de cuidado menstrual. Estas cifras evidencian las múltiples barreras que rodean la menstruación y subrayan la necesidad de programas como "Sin Reglas".
El programa educativo "Sin Reglas" se propone como un modelo integral de educación que busca sensibilizar no solo a niñas, jóvenes y mujeres, sino también a sus familias e instituciones educativas. Además, busca contribuir a la creación de políticas públicas que aborden la salud y el cuidado menstrual como parte integral de la igualdad de género y el bienestar.
Marta Royo, directora ejecutiva de Profamilia, destacó la importancia de involucrar a toda la sociedad en la creación de entornos seguros y libres de violencia menstrual.
"Colombia ha logrado algunos avances legislativos importantes, pero es urgente involucrar a toda la sociedad para garantizar el pleno disfrute de este derecho humano", aseguró.
El programa "Sin Reglas" contempla una variedad de actividades, incluyendo asesorías, foros, talleres, cursos virtuales y acceso a un laboratorio creativo, dirigidas a diferentes audiencias como familias, colegios, autoridades en salud y organizaciones.
Con la participación y apoyo de múltiples aliados, Profamilia aspira a transformar los entornos en espacios seguros y libres de violencia menstrual, asegurando así el pleno disfrute de este derecho humano fundamental.