El defensor del Pueblo, Carlos Camargo, se pronunció a favor del retorno a clases de los niños y niñas del país.
“No podemos hipotecar el futuro de una generación entera al afectar aprendizajes y desarrollo socioemocional e incrementar las brechas de inequidad por no recibir una educación en las condiciones de calidad que ofrece la interacción presencial con sus docentes y entre los niños y niñas, en estos niveles educativos”, asegura.
Camargo Assis resaltó que la virtualización de la educación ha traído consecuencias particulares para niños y niñas y destacó que en el país esta situación es diferencial y con mayores afectaciones para comunidades rurales, de pertenencia étnica y migrantes que no cuentan con insumos suficientes para asistir a clases de manera no presencial.
De acuerdo con el Dane (Encuesta de Pulso Social), al menos el 4,5% de los hogares en Colombia no continuaron con las actividades educativas desde que se dio el cierre de los colegios. El Ministerio de Educación evidenció, con base en información del sistema de matrícula SIMAT, que para agosto de 2020, 102.880 niños y niñas fueron retirados de establecimientos educativos.
Esto concuerda con estudios del laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana, según los cuales, en el 96% de los municipios del país, menos de la mitad de los estudiantes cuentan con herramientas tecnológicas para poder continuar con una educación en modalidad virtual.
Para el funcionario, la no asistencia a clases trae riesgos particulares para la infancia, incluyendo el riesgo de reclutamiento forzado por parte de actores armados ilegales, el aumento de los índices de violencia sexual e intrafamiliar o el aumento del riesgo de trabajo infantil, pues el aislamiento prolongado cada día deja más expuestos a los niños y niñas sin el cuidado de personas idóneas.