Para atender la alta demanda de fallecidos a causa del COVID-19, los hornos crematorios en Barranquilla se mantienen encendidos durante las 24 horas del día, lo que ya ha comenzado a generar afectaciones en algunas comunidades.
Habitantes del barrio Chiquinquirá, en el sur de la ciudad, cansados por las grandes cantidades de humo que emana el horno crematorio del Cementerio Universal,
reunieron firmas e interpusieron una denuncia ante la Alcaldía Distrital para que, a través de las dependencias de salud y medio ambiente, tomen cartas en el asunto.
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"Se ha empezado a sentir un humo diferente. El material particulado lo sentimos en la garganta y en nuestras terrazas ya encontramos cenizas",
expuso Mario Cano, uno de los afectados.A mediados de mayo, en una investigación adelantada por el Establecimiento Público Ambiental Barranquilla Verde contra este mismo cementerio, se logró establecer el daño en su horno crematorio obedecía a la avería en uno de sus ventiladores.
Los habitantes de esta comunidad piden una nueva intervención por parte de las autoridades.