Un paracaidista experimentado, Nicholas Galy, perdió la vida de manera impactante cuando fue decapitado por el ala de un avión operado por un piloto francés. El tribunal penal de Montauban dictaminó esta semana que el piloto era culpable de homicidio involuntario y de operar la aeronave sin licencia. ¿Cómo ocurrió esta tragedia en los cielos de Francia?
¡Impacto fatal en el aire!
El experimentado paracaidista Nicholas Galy encontró su fatal destino cuando el ala de un avión dirigido por un piloto francés lo golpeó segundos después de saltar sobre un campo francés en julio de 2018.
Veredicto inapelable: culpable de homicidio involuntario
El tribunal penal de Montauban no dudó en declarar culpable al piloto, cuyo nombre no fue revelado, pero se identificó como Alain C en informes previos. Además del homicidio involuntario, se le acusó de operar la aeronave sin una licencia aeronáutica válida. El tribunal impuso una sentencia suspendida de 12 meses y le prohibió volar durante un año, enviando un mensaje fuerte sobre la gravedad de la negligencia.
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Las críticas llovieron sobre el piloto, con la abogada de la familia de la víctima, Emmanuelle Franck, señalando "una gran imprudencia o negligencia" durante la audiencia.
El tribunal destacó la falta de comunicación entre el piloto y la víctima. Además, una multa de aproximadamente 22,000 euros fue impuesta a la escuela de paracaidismo asociada, aunque parte de ella fue suspendida.
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El informe revela que el avión monomotor llevaba a Galy, un segundo paracaidista con traje de alas, y varios paracaidistas más. Crucialmente, no se discutió la trayectoria del avión entre el piloto y los paracaidistas con traje de alas, lo que llevó al trágico encuentro en el aire.
Defensa del piloto: "no tengo la culpa"
El piloto sostuvo que no se consideraba culpable de la muerte de Galy, argumentando que la trayectoria de su vuelo tenía sentido. Afirmó que la complejidad aumenta al interactuar con paracaidistas con traje de alas, quienes pueden estar en conflicto con la aeronave debido a su trayectoria más recta.
"Creo que la trayectoria de mi vuelo tenía sentido. Esta ha sido la tragedia de mi vida, pero no tengo la culpa. En comparación con los paracaidistas que están en caída libre, es más complicado con los que llevan traje de alas, que van más en línea recta", dijo el piloto según The Times de Londres. "No descienden mucho y pueden estar en conflicto con la aeronave".