"De ellos": El milenario secreto de los símbolos bereberer tallados en piedra

En la noche del 16 de julio de 1996 en Los Billares, una pequeña localidad al sur de España, varias personas fueron testigos de avistamientos ovni, grabando en video la enigmática imagen de una esfera de luz que giraba dentro de una figura similar pero de mayor tamaño.La historia corrió como pólvora y varios periodistas acudieron al lugar para registrar la noticia. Allí encontraron a Dionicio Ávila, un campesino de avanzada edad que relató cómo durante su caminata matutina vio lo que creyó era un contenedor, en cuyo interior se encontraba un gran misterio. El objeto era semiesférico metálico de entre 4 y 5 metros de diámetro, no más de 3 de alto. En su superficie tenía inscritos tres símbolos: I O I. Atraído por la enigmática figura, Dionicio se acercó pero vio que la figura se desvanecía; luego, tres personas aparecieron frente a él, dos hombres y una mujer que no parecían de otro mundo salvo por la ropa: gris oscura pegada al cuerpo. Entonces, una pequeña bola de luz cayó a sus pies, la tomó y se alejó corriendo muerto de miedo. Días después, a cientos de kilómetros de distancia, en Egipto, el escritor J.J. Benítez halló un anillo con las mismas inscripciones: I O I.Justo en esa fecha, Juan Jesús Vallejo, director de Luna Blu, se encontraba en Granada, España, y charlaba con el reportero Lorenzo Fernández quien acudió a Los Billares. En una servilleta dibujó los símbolos descritos por Dionicio. Juan Jesús quedó atónito pues una semana atrás un hombre le dibujó los mismos símbolos en una servilleta, figuras que encontró en el lejano desierto del Sahara.Era la escritura utilizada por las tribus bereber en el norte de África desde miles de años atrás. Juan Jesús se puso en contacto con un profesor de la Universidad Euroárabe, con quien descubrió que los símbolos de escrituras bereber aparecen también en pinturas rupestres al sur de Argelia, ilustraciones que retrataban la región del Sahara antes de transformarse en un inhóspito desierto, 10 mil años atrás. Las pinturas, además, muestran a seres ingrávidos con las cabezas redondas a tal punto que la pintura rupestre más grande encontrada allí es conocida como ‘El gran dios marciano’, pues realmente parecía un ser de otro mundo.“Empecé a investigar sin parar y con una profesora de Tamazight, la lengua bereberer, aprendí a traducir inscripciones bereberer, las que están en medio del desierto. I O I significa ‘Ellos’ o ‘De ellos’”, reveló Juan Jesús.Esta historia llevó al borde de la locura a Juan Jesús Vallejo a tal punto que tuvo que dejar el tema, pero varios años después se cruzó con una roca con los mismos símbolos, esta vez en Colombia. Escuche en este audio la historia completa de mensajes de otros mundos.