La diseñadora de interiores, Nichol Naranjo, se enamoró de la casa cuando era tan solo una niña
Todo comenzó cuando la madre de Nichol llegó a la casa ubicada en Albuquerque, Nuevo México, Estados Unidos, en busca de un empleo para sostener a su familia
La dura infancia que tuvo tras la pérdida de su progenitora a los 18 años, la obligó a dejar el colegio en octavo grado y dedicarse a su familia
Todos los viernes la madre de Naranjo, la llevaba a la casa, con el permiso de Pamela, la dueña, para que pudiera hacer la limpieza sin descuidar a sus hijos
Mientras la mujer limpiaba cada rincón del hogar, su hija Nichol, se paseaba por la habitaciones imaginando cómo sería vivir allí, en medio de los lujos
A lo largo de los años y luego de trabajar por 43 años seguidos con Pamela, formaron unos lazos de amistad casi familiares
Por eso, en 2018, cuando Pam murió y la casa quedó a la venta, la joven aprovechó la oportunidad, junto a su esposo, para comprarla y restaurarla
El principal objetivo de la pareja era conservar el legado de la mujer que por tantos años le permitió a Nichol y a su madre tener un sustento para no pasar hambre
Poco a poco la pareja consiguió todo los elementos necesarios para restaurar la casa y así cumplir su sueño de infancia
En la publicación hecha en Instagram, Nichol no pudo evitar agradecerle a su madre, quien a pesar de todo les dio una vida llena de lujos con lo que tenía
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