Alrededor del escritor y dramaturgo inglés William Shakespeare han suscitado diferentes teorías a lo largo de la historia que ponen en entredicho si en realidad el personaje que hoy conocemos es el mismo que escribió las más grandes obras de la literatura inglesa como ‘Romeo y Julieta’, ‘Hamlet’ y ‘Macbeth’, entre muchas otras.
Entre las teorías que más han hecho eco en el mundo está la de Christopher Marlowe, el escritor más famoso de esa época, que murió en un duelo y que con un seudónimo como ‘William Shakespeare’, habría publicado obras “experimentales”.
Otra teoría apunta a que el escritor Miguel de Cervantes era en realidad Shakespeare, los defensores afirman que existen muchas semejanzas entre ‘Hamlet’ y ‘Don Quijote’ o entre ‘Sancho Panza’ y ‘Falstaff’.
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Es así como desde su sexualidad hasta su género han sido cuestionados. Durante varios años dos corrientes se han hecho conocer a partir de las dudas del origen del escritor, los ‘stratfordianos’, que creen que el autor es William Shakespeare, y los ‘anti-stratfordianos’, que aseguran que es otra persona.
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Ahora, las teorías han vuelto a revivir la polémica gracias a una periodista llamada Elisabeth Winkler, que publicó un artículo en el diario ‘The Atlantic’.
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La periodista afirmó que el fragmento: “Venid aquí, espíritus / que os ocupáis de los pensamientos mortales, privadme de mi sexualidad / haced que mi sangre se vuelva espesa / haced que nunca me arrepienta”, extraído de 'Macbeth', deja ver que Shakespeare era en realidad una mujer que luchaba en contra del sistema y la sumisión femenina normal de esa época.
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También afirma que el dramaturgo tuvo una facilidad para describir y retratar personajes femeninos rebeldes cargados de fuerza como ningún otro, además de la cantidad de intercambios de género en sus obras que ha sido mayor que en cualquier otro dramaturgo inglés.
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No solo en ‘Macbeth’ se encontraron estas contradicciones y reflexiones de un mundo femenino, también en ‘Mucho ruido y pocas nueces’ el personaje de ‘Beatriz’ se lamenta enfurecida por el hecho de ser mujer: “Oh Dios, ¡ojalá fuera un hombre! Me comería este corazón en el mercado”.
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El personaje de ‘Kate’ en ‘La fierecilla domada’ que se resiste al control de su esposo: “Mi lengua transmitirá la ira de mi corazón / o sino, mi corazón oculto se romperá”, o ‘Emilia’ en ‘Otelo’ que quiere que las mujeres sean vistas en igualdad con los hombres: “Que todos los esposos sepan / que sus esposas tienen tanto raciocinio como ellos”.
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Por su parte, la actriz y especialista en el dramaturgo Tina Packer, que además dirige Shakespeare & Company, dijo que todos los clásicos de Shakespeare contienen un profundo conocimiento psicológico de la mente de las mujeres y que solo una mujer podría conocer y escribir algo tan acertado como lo que se encuentra plasmado en estas obras.
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La periodista Winkler apoya su teoría diciendo que el creer que Shakespeare era hombre requiere una teoría elaborada, en cambio, que fuera mujer era el único motivo para que este necesitara un seudónimo.
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Esta teoría ya había tenido revuelo gracias a John Hudson, uno de los mayores especialistas en la obra de Shakespeare, quien apuesta a que el escritor pudo haber sido Emilia Bassano Larnier, la primera mujer en la historia que fue poetisa profesional en Londres.
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Bassano, que nació en 1569 proveniente de inmigrantes judíos, fue una de las primeras mujeres en publicar tan solo un volumen de poesía que fue titulado 'Salve Deus Rex Judaeorum', una publicación de empoderamiento femenino que iba en contra de la opresión masculina.
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La teoría se apoya en que Bassano, quien pasó toda su vida sirviendo a hombres, no tenía el reconocimiento esperado pues a las mujeres se les delegaba un rol secundario en la dramaturgia de esa época.
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Son muchas las teorías que existen alrededor del famoso dramaturgo William Shakespeare, muchos defensores y miles de detractores, lo cierto es que las obras del escritor siguen más vivas que nunca y el personaje detrás de las obras más importantes a nivel mundial seguirá siendo cuestionado.
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