se vendía ‘adulterado’, es decir, usado como nuevo.
Por este motivo, se abrió un pliegue de cargos a los propietarios de los establecimientos ‘Lubricantes y filtros la 40’, ‘Filtros y aceites sexta avenida’, ‘Lubricentros Villamil’, ‘Lubricantes y filtros luciautos’, ‘Lubricanter lerd’, ‘Lubricantes escamilla’, ‘Lubriced 1’, ‘Lubricantes de Colombia NP’ y ‘Don Quijote 161’ ubicados en la ciudad de Bogotá.
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Según la Superintendencia, esa práctica genera anualmente pérdidas al sector de 200 mil millones de pesos y causa severos daños al motor de los vehículos.