La trata de personas o tráfico humano es uno de los flagelos contra de la dignidad humana que más crece en el mundo. En muchas ocasiones este delito se lleva a cabo con fines comerciales y en la clandestinidad.
Generalmente el movimiento de personas, en contra de su voluntad, se hace para esclavizarlas laboral, mental, reproductivamente. Una de las entidades que lucha por la terminación de esta aberrante practica está en la Oficina de Naciones Unidas Contra las Drogas y Delito, UNDOC, que cada dos da luces al mundo sobre las dinámicas del delito de trata de personas.
Las cifras entregadas son realmente son aterradoras: 450.000 víctimas y 300.000 presuntos tratantes, han sido detectados a nivel mundial, entre 2003 y 2021. Para nadie es un secreto que la prostitución y el turismo sexual cogió fuerza en la región y sobre todo en Colombia y al que las autoridades se han demorado en ponerle una lupa. En Mañanas Blu, cuando Colombia está al aire, se discutió sobre las acciones que se llevan a cabo para detener este flagelo.
La Fundación Empodérame lleva a cabo un trabajo fuerte con sobrevivientes de este delito y tratan de construir sus vidas y que, por medio de su experiencia, logren ayudar a más víctimas, pero más allá de esto es visibilizar las implicaciones de estas aberrantes prácticas en la vida de las mujeres.
María Mercedes Morillo, venezolana sobreviviente de trata de personas, explotación sexual y tentativa de feminicidio, habló de lo que se busca con esta iniciativa.
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“No buscamos la prohibición, buscamos que haya formas para poder salir. Es muy fácil hablar mientras estamos detrás de cámaras o por Twitter, pero por qué no van y se paran un fin de semana desde las 12:00 a.m. hasta las 2:00 a.m. a ver qué les va a parecer la prostitución”, señaló.
La guerra en el país ha marcado a cientos de niñas y mujeres. Mary Luz Henao, una paisa víctima de explotación sexual y del conflicto armado colombiano, contó su desgarrador relato y mencionó lo que para ella es esta práctica.
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“Para mí la prostitución es violencia y es un campo donde tienes que estar o alcoholizado o drogado para estar sin estar. Es un mundo que te atrapa y no te das cuenta. Si una persona, y los políticos o el mundo entero, se pone en la piel de una mujer que ha sido explotada, sinceramente no habría otro camino, es que no debería pensarse en regulación”, indicó.
Por su parte, Berena Suarez Calvo, sobreviviente de trata de personas y de explotación sexual infantil, fue enfática en rechazar este tipo de violencia contra las mujeres.
“La prostitución no es un trabajo porque viola los derechos de las mujeres”, sentenció, una premisa con la que están de acuerdo sus compañeras.
En Bogotá trabajan en una agenda para crear una incidencia política que las vuelva parte de las soluciones y la toma de decisiones para la lucha contra este delito.
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Escuche la entrevista completa con Camila Zuluaga: