Antes de morir, la Reina Isabel II asistió a la inauguración de un edificio en el centro de Sydney, Australia, el cual fue remodelado y abierto como un centro comercial en 1984. Luego de este suceso, la monarca dejó una carta escrita a mano que no podrá abrirse hasta 2085 y que está dirigida al alcalde y a la gente de Sydney.
Las instrucciones para la nota dicen: "Saludos. En un día adecuado para ser seleccionado por usted en el año 2085 dC, por favor abra este sobre y transmita a los ciudadanos de SYDNEY mi mensaje para ellos”.
Su contenido se ha mantenido en secreto todos estos años, incluso su personal no sabe lo que contiene y está dirigido al "Justo y Honorable Señor Alcalde de Sydney, Australia”. Además, la carta se encuentra en una cápsula del tiempo en el edificio Queen Victoria, en el CBD de Sydney.
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En la actualidad, el monarca británico sigue siendo el jefe de estado de Australia, por lo que el rey Carlos III hereda el cargo tras la muerte de su madre. Sin embargo, como monarca constitucional, el rey Carlos no participa en los asuntos gubernamentales cotidianos del gobierno australiano, pero tiene un papel ceremonial y simbólico.
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