Limpiar un cepillo de pelo puede convertirse en un dolor de cabeza, ya sea por los materiales o por lo sucio que esté; sin embargo, hay una serie de trucos que pueden ser útiles en estos casos.
Y es que tener limpio el cepillo no solo es una cuestión de aseo, sino también permite tener saludable el cuero cabelludo.
Lo primero es remover el cabello, esto se puede hacer con un objeto delgado y resistente que permita poco a poco quitar el pelo del cepillo.
Ahora, el resto de la suciedad se quita al dejar el cepillo en agua con champú, si es de bebés mejor; no obstante, el tiempo que permanezca sumergido depende del material.
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Si el cepillo es de plástico o metálico, se recomienda dejarlo en el agua por al menos 3 minutos. Si es de madera, basta con sumergirlo y agitarlo, para no dañarlo. Las cerdas no importa en estos casos, el principal cuidado está en el material del mango y la base.
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Finalmente, se debe enjuagar para remover el jabón y dejarlo al aire durante la noche sobre una toalla.
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