Kenji creció gran parte de su infancia en la localidad de Ciudad Bolívar, al sur de Bogotá, y a los 10 años se mudó con su familia a Yokohama, Japón, donde se casó y tuvo dos hijos. En esta dualidad, aprendió temas clave de la cultura latina y la sociedad oriental, como la necesidad de disciplina en países como Colombia.
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“Los colombianos tenemos una cultura de improvisación, hemos tenido que aprender haciendo las cosas pues no tenemos una cultura tan basta como la oriental; el hecho de recibir tantas otras culturas generó en nosotros una austeridad en improvisar, por ejemplo un latino cuando compra un electrodoméstico no lee el manual”, indicó.
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Por otra parte, señala Kenji que la sociedad japonesa, pese a su disciplina, orden y buena economía, sufre de soledad pues el suicidio es un flagelo recurrente entre sus ciudadanos. Así, Yokoi Kenji decidió combatir este mal tras descubrir que el latino puede ser el antídoto.
“Decidí conectar estas dos culturas, así que con un amigo brasileño-japonés salí a las calles a conectar estas culturas. Hay algo muy interesante de los japoneses y es que cuando conocen una persona no preguntan si es casado, si tiene hijos, etc… Eso es indecoroso, pero eso mismo hace que no tengan amigos”.
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De esta manera, Kenji expone varias diferencias entre la sociedad japonesa y la latina, pero principalmente la amistad y cómo este concepto cambia de significado de país en país.
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Escuche en este audio la charla completa de Yokoi Kenji Díaz en Mesa Blu. Para conocer más sobre el trabajo de Yokoi, visite Turismoconproposito.org .
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