Desde este 1 de septiembre, en Colombia se dejará de expedir la cédula amarilla de hologramas, la que tenemos todos los mayores de 18 años en la billetera y que viene funcionando hace 22 años. La razón, la Registraduría va a expedir ahora solo la cédula digital.
La medida no significa que el documento físico que tiene pierda vigencia o que no se puedan hacer trámites con ella, significa que desde ahora los ciudadanos que expidan la cédula recibirán el documento digital, que viene con mayor tecnología, para acceder a beneficios en trámites y hasta almacenar información en el teléfono celular.
Los interesados en sacar la cédula digital solo deberán acudir a una de las sedes de la Registraduría. Esta cédula digital tiene dos versiones: la física, un documento que le entregarán y que corresponde a la cédula de seguridad personalizada en policarbonato. Esa habilita la generación de la segunda versión, la cédula virtual, que se activará en su celular, no importan si es IOS o Android.
Según el registrador Alexander Vega, la cédula digital se podrá tramitar en 573 sedes de la Registraduría. Quienes tengan la cédula amarilla de hologramas y quieran hacer el cambio, lo podrán hacer pidiendo un duplicado, que tiene un costo de $55.750.
Recuerde que la cédula amarilla se mantiene vigentes , pero con la decisión que tomó la Registraduría, irá perdiendo vigencia y en 2 o 3 años espera el registrador Vega que se hayan renovado 42 millones de documentos.
Pero, ¿para qué tener la cédula digital? Tiene varios benéficos La cedula digital disminuye la posibilidad de que la falsifiquen, permite la identificación biométrica a través del celular y, quizá lo más llamativo para algunos, permite el ingreso sin pasaporte a todos los países miembros de la Comunidad Andina: Bolivia, Ecuador y Perú, entre otros….
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La cédula digital tendrá un documento físico y una carpeta virtual donde también estará la licencia de conducción, la libreta militar y, en algún momento, todos los documentos oficiales como la historia clínica médica digital, las pruebas de COVID-19, entre otros. Ese es el sueño en unos años de la Registraduría. Por ahora comenzamos con tener la identificación y sus datos básicos en un sistema digital.
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