En Turlock, una pequeña ciudad ubicada en California, Estados Unidos, los habitantes tomaron la decisión de instalar velcros en los toros, para continuar con la tradición de las corridas sin lastimar al animal
Todo gracias a las normas de bienestar animal que hay en el estado, en las que se establece que estos no pueden ser heridos
La comunidad inmigrante de portugueses llegó a esa región en el siglo XX y desde entonces mantienen sus tradiciones intactas, con el factor diferencial de que a los toros se les instala un cojín en el morrillo y las banderillas de velcro
Según Joao Soller García, jinete profesional, en entrevista con AFP, la tradición está tan arraigada la cultura original, que las corridas se viven como si se estuviera en Portugal, hecho que sorprendió al hombre
“Tienen la escuadra, los toros, los caballos, el público. Todo es igual”, dijo García antes de entrar al ruedo donde lo aguardaban unos 4.000 espectadores. “Si vas a una corrida de toros en Portugal, encontrarás lo mismo”
La práctica la recuperó el expresidente de una sociedad religiosa de Turlock, Antonio Mendes
Criador de ganado, Mendes contribuyó para crear un linaje de toros para la corrida de toros en Turlock, considerando la variación en la práctica
"Aquí los toros pesan entre 400 y 450 kilos porque no van a sangrar. En Portugal, pesan unos 600 kilos", explica George Martins, capitán de un equipo de "forcados"
Apegados a su cultura y su lengua, los lugareños pasan del inglés al portugués de forma automática
dice a AFP José, un hombre de 30 años que fue a la corrida con sus amigos
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