
Aunque el uso del celular en la cama se ha vuelto una práctica cotidiana para millones de personas, sus efectos van más allá de una simple distracción nocturna. El doctor Fabio Enrique Suárez, neurólogo de la Fundación Cardioinfantil y especialista en epilepsia, advirtió en entrevista con El Radar de Blu Radio sobre las consecuencias ocultas de esta rutina aparentemente inofensiva.
“Está confirmado que el uso de las pantallas antes de dormir nos puede alterar la producción de hormonas fundamentales para el sueño”, afirmó el especialista. “Disminuye la melatonina y aumenta el cortisol, lo cual afecta directamente la calidad del descanso”.
¿Cuáles son los riesgos de usar el celular antes de dormir?
El principal impacto negativo del uso del celular antes de dormir se relaciona con el sistema endocrino. La luz azul de las pantallas inhibe la liberación de melatonina, hormona clave para conciliar el sueño, y promueve un aumento de cortisol, relacionada con el estrés. Este desequilibrio puede derivar en insomnio crónico y, con el tiempo, en problemas de salud más complejos.
“Con el insomnio, nuestro día no va a ser tan placentero ni productivo”, explicó Suárez. “Vamos a estar cansados y con bajo rendimiento tanto en el ámbito académico como laboral”.

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Consecuencias a largo plazo
Más allá del mal dormir ocasional, el neurólogo advierte que esta práctica puede tener consecuencias a mediano y largo plazo, como el desarrollo de enfermedades metabólicas y cardiovasculares. El insomnio se asocia con mayor predisposición a diabetes, hipertensión y enfermedades cardíacas.
“El insomnio es una causa importante de sobrepeso y eleva el riesgo cardiovascular. Incluso puede desencadenar infartos o enfermedades cerebrovasculares”, señaló. Además, el insomnio forma parte del Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño (SAOS), una condición caracterizada por ronquidos, pausas en la respiración y somnolencia diurna.
Recomendaciones para dormir mejor
Reconociendo la dificultad de separarse del celular por razones laborales o personales, el doctor Suárez sugiere cambios graduales y prácticos. Entre ellos, establecer un horario fijo para dormir, retirar las pantallas una o dos horas antes de acostarse y reducir el brillo del dispositivo.

“Una recomendación muy clave es no comer horas antes de ir a la cama y retirar las pantallas, porque esa combinación puede causar una peor noche de sueño”, apuntó. También propone usar funciones como el modo nocturno o en blanco y negro, activar el modo ‘No molestar’, y mantener el celular fuera del alcance, preferiblemente fuera de la habitación.
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“Súper recomendación: no tener el celular en la mesita de noche, sino en el escritorio o en otra parte de la casa”, subrayó.
Nomofobia: el miedo a estar sin el celular
El fenómeno de la nomofobia, es decir, el miedo irracional a estar sin el celular, agrava esta problemática. Según estudios recientes, los usuarios revisan sus dispositivos en promedio 20 veces por hora, lo cual fortalece la dependencia emocional y física al aparato.
“Si somos muy dependientes de las notificaciones, eso incrementa nuestro estado de alerta constantemente y afecta el inicio del sueño”, agregó el neurólogo.
En un mundo hiperconectado, hablar del uso responsable del celular se convierte en una urgencia sanitaria. La recomendación de expertos como el doctor Suárez es clara: recuperar el control del descanso nocturno implica establecer límites digitales.
“La manera en que usamos las pantallas debe cambiar. Es momento de actuar en consecuencia y poner en primer lugar nuestra salud mental y física”, concluyó.
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