Después de cuatro meses que la Superintendencia de Salud decidiera tomar posesión de bienes, haberes y negocios de la EPS Emssanar, se decidió ahora una intervención forzosa administrativa para continuar garantizando el acceso a la salud a más de 1.9 millones de usuarios en los departamentos de Valle del Cauca, Nariño, Putumayo y Cauca.
Durante el periodo de toma de posesión, la Supersalud realizó un diagnóstico real de la situación de la EPS y encontró una serie de debilidades estructurales tales como: sobrecostos en servicios de salud, deficiencias en el proceso de contratación con los prestadores y hasta la falta de un área de medicamentos que lidere y realice las negociaciones con la industria farmacéutica.
“La EPS Emssanar mantiene condiciones operacionales de pérdidas acumuladas y financieras con incumplimiento de los indicadores de permanencia; elementos que ocasionan debilidades en el pago oportuno de las obligaciones, el suministro de medicamentos y deficiencias en el modelo de atención en salud, condiciones que ponen en riesgo la sostenibilidad de la entidad y la consecuente prestación del servicio de salud a sus usuarios”, explicó el superintendente delegado para Entidades de Aseguramiento en Salud, Henri Philippe Capmartin.
La Supersalud también ordenó ejecutar acciones orientadas a la conciliación, depuración y pago de las obligaciones pendientes con la red prestadora y proveedora de servicios, garantizando la estabilización del flujo de recursos y la atención a la población afiliada.
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La EPS Emssanar atiende principalmente a usuarios del régimen subsidiado en los cuatro departamentos del suroccidente del país, no ha cumplido con las capitalizaciones y presenta un bajo porcentaje de cierre efectivo de peticiones y quejas, siendo los principales motivos la no entrega de medicamentos y la falta de oportunidad para acceder a consultas de medicina especializada.
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