Esto puede llegar a ser un desafío debido al efecto adictivo que genera su consumo en el cerebro, ya que estimula segregación de la dopamina , “la hormona de la felicidad”, lo cual genera una sensación de placer que nos impulsa a consumir más.
Andrea Ossa Atuesta, nutricionista funcional y coach nutricional certificada en nutrición fitness, explicó a través de sus redes sociales “6 razones por las cuales tienes antojos de dulce todo el tiempo”. En este video la nutricionista revela algunas posibles causas de la adicción que genera el dulce así como algunas recomendaciones para sobrellevar el difícil proceso.
No consumes los suficientes carbohidratos:
Esto puede afectar negativamente tu energía y bienestar general, porque son una fuente de energía primaria para el cuerpo y el cerebro. Al no tener las "reservas suficientes" para ejecutar las actividades cotidianas, el organismo recurre a otras fuentes de glucosa para utilizar como energía.
Comes cuando estás extremadamente hambriento:
La nutricionista resalta la importancia de tener horarios a la hora de comer. "Planificar tus comidas y hacer algún snack, eso te va a permitir que cuando llegues a otra comida no prefieras algo dulce en vez de comer tu comida completa"
No estás comiendo lo suficiente:
No comer lo suficiente puede hacer que experimentes cambios de humor e irritabilidad, ya que, la comida en general, juega un papel clave en la regulación de neurotransmisores como la serotonina, que influye en el estado de ánimo.
"Usualmente durante el día cortas ciertos nutrientes por lo cual llega la hora de la tarde donde estas muerto del hambre y terminas picando algo de azúcar" explica Ossa.
Restricción mental:
Cuando una persona constantemente se limita o se prohíbe a sí misma consumir ciertos alimentos, vive en la constante preocupación y control mental sobre lo que se come o se debería comer. "Acuérdate que entre más te prohíbes ese alimento más ganas te da de comértelo", apunta la nutricionista.
Mañana empiezo la dieta:
Esta mentalidad implica que hoy es un día en el que puedes comer sin restricciones, lo que a menudo lleva a excesos y a un enfoque poco saludable hacia la comida.
Hace que tú cortisol se eleve, porque el cerebro entiende "Come tanto azúcar tanto puedas porque ya mañana se acaba".
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Es importante sanar la relación con la comida para alcanzar un bienestar físico y emocional equilibrado. Una relación saludable con la comida implica ver los alimentos no solo como fuente de nutrición, sino también como una forma de cuidado personal y disfrute, sin asociarlos con culpa o ansiedad.