La Organización Mundial de la Salud (OMS) subrayó hoy que el regreso a los confinamientos que se plantean ya algunos países de Europa ante el aumento de casos de COVID-19 debe ser el "último recurso" en la actual lucha contra la pandemia.
Grandes restricciones de movimiento que mantienen a mucha gente en casa y limitan la posibilidad de muchos para trabajar y socializar debe ser el último recurso a la hora de prevenir la COVID-19 y evitar que los sistemas sanitarios se saturen
La fuente oficial añadió que este tipo de medidas "no son sostenibles, dado el gran impacto social y económico".
Jasarevic insistió en que "no se trata de elegir entre dejar el virus libre o cerrar nuestras sociedades", y recalcó que hay más herramientas para combatir la pandemia que incluyen la higiene de manos, el distanciamiento físico, el uso de mascarillas, y por parte de las redes sanitarias el rastreo de casos y contactos.
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El portavoz afirmó que las medidas de contención del coronavirus han de depender siempre de los informes de riesgo locales, y subrayó que los confinamientos a nivel nacional "no pueden ser la medida de control por defecto".
También admitió que "algunos países se han visto obligados a dictar órdenes para que sus ciudadanos se queden en casa para gestionar rápidos aumentos en los casos de COVID-19 y las hospitalizaciones" y así ganar tiempo para mejorar la capacidad de respuesta de sus sistemas sanitarios.