El hábito de fumar cigarrillos es un comportamiento que no solo pone en riesgo su salud, sino también la de quienes lo rodean. El tabaco causa daños en los pulmones, los bronquios y puede provocar accidentes cerebrovasculares, hipertensión arterial, enfermedad coronaria, úlcera gastrointestinal y gastritis aguda, según un informe internacional de la Agencia de Investigación del Cáncer (IARC) publicado en 2020.
Además de los problemas físicos, el cigarrillo también afecta la salud mental, ya que suele generar adicción, lo que dificulta el proceso para dejarlo.
A pesar de los desafíos, muchas personas deciden emprender el camino para dejar de fumar de forma definitiva. Por ello, en este artículo explicaremos qué sucede en su cuerpo durante este proceso, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades
de Estados Unidos.
Síntomas que puede presentar mientras deja el cigarrillo
Al dejar de fumar, usted puede experimentar una variedad de síntomas físicos y emocionales que son comunes en este proceso. Es importante reconocer estos síntomas y saber cómo manejarlos para aumentar sus posibilidades de éxito.
- Sentir deseos o ganas de fumar es algo casi inevitable para la mayoría de las personas que dejan el hábito. Estos deseos pueden variar en intensidad y frecuencia, pero aprender a lidiar con ellos es fundamental para alcanzar sus metas.
- Sentir ansiedad, tristeza o depresión también puede ser parte del proceso de dejar de fumar. Es importante estar atento a estos cambios emocionales y buscar apoyo si persisten o afectan su bienestar general. Recuerde que estos síntomas suelen ser temporales y que con el tiempo se sentirá mejor.
- Sentirse nervioso e inquieto es otra reacción habitual al dejar de fumar. La falta de nicotina puede generar ansiedad, por lo que mantenerse activo físicamente puede ayudar a reducir estos síntomas.
- Experimentar irritabilidad, mal humor o molestia es común al dejar de fumar. Este estado emocional puede ser desafiante, pero es importante recordar que forma parte del proceso y que con el tiempo disminuirá.
- La dificultad para concentrarse es otro efecto común de la abstinencia de nicotina. Puede notar que le resulta más difícil enfocarse en tareas cotidianas, pero esto también mejorará con el tiempo.
- Los problemas para dormir son normales al principio del proceso de dejar de fumar. Si experimenta dificultades para conciliar el sueño, considere hablar con su médico para obtener orientación y apoyo.
- Aumento del apetito y posible aumento de peso son efectos secundarios frecuentes al dejar de fumar. Esto puede ser resultado de cambios en el metabolismo y del deseo de compensar el acto de fumar con comida. Mantener una alimentación saludable y buscar alternativas para controlar la ansiedad pueden ayudar a mitigar este efecto.