La Organización Mundial de la Salud (OMS) exigió a la prohibición global de cigarrillos electrónicos, también conocidos como vapeadores, con el objetivo de proteger a los niños, no fumadores y minimizar los riesgos para la salud de la población en general.
La OMS resaltó también la necesidad de tomar medidas inmediatas para controlar el uso de los cigarrillos electrónicos, argumentando que estos productos no han demostrado ser eficaces para dejar de fumar a nivel poblacional.
El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, enfatizó la preocupación por el “reclutamiento temprano” de niños para el uso de cigarrillos electrónicos, lo que podría llevar a la adicción a la nicotina desde una edad temprana.
"Insto a los países a implementar medidas estrictas para prevenir el consumo y proteger a sus ciudadanos, especialmente a sus niños y jóvenes", declaró.
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Asimismo, la organización destacó que los cigarrillos electrónicos con nicotina son altamente adictivos y perjudiciales para la salud, generando sustancias tóxicas que se asocian con riesgos de cáncer, trastornos cardíacos y pulmonares, así como impactos negativos en el desarrollo cerebral, aprendizaje y desarrollo fetal en mujeres embarazadas.
En el comunicado, la OMS resalta la estrategia de marketing agresiva de la industria de cigarrillos electrónicos, que apunta especialmente a los jóvenes a través de las redes sociales y influencers, utilizando más de 16.000 sabores y diseños atractivos para la juventud.
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“Algunos de estos productos utilizan personajes de dibujos animados y tienen diseños elegantes, lo que atrae a la generación más joven. Hay un aumento alarmante en el uso de cigarrillos electrónicos entre niños y jóvenes, con tasas que superan el uso de adultos en muchos países", argumentó el Dr. Ruediger Krech, director de Promoción de la Salud de la OMS.
Además, la OMS subrayó la necesidad de acciones urgentes, proponiendo dos enfoques: en países donde ya se prohíben los cigarrillos electrónicos, se insta a fortalecer la implementación de la prohibición y continuar con la vigilancia para respaldar intervenciones de salud pública; en aquellos países donde se permite la comercialización de estos productos, se exige establecer regulaciones estrictas, incluyendo la prohibición de todos los sabores, la limitación de la concentración y calidad de la nicotina, así como la imposición de impuestos.
El llamado de la OMS también advirtió sobre la influencia de la industria tabacalera, acusándola de buscar un asiento en la mesa de toma de decisiones gubernamentales y de promover evidencia falsa, presentando los cigarrillos electrónicos como una alternativa menos perjudicial.