La travesía de Rodolfo Rodríguez por salvar su vida inició el 18 de junio pasado, cuando asistió a la EPS Sura en busca de una incapacidad laboral porque presentaba tos.
Allí decidieron hospitalizarlo y, ocho días después, el 23 de junio, lo remitieron a la Clínica La Misericordia, donde su hijo denuncia que no lo recibieron de la mejor manera.
"No recibió la atención que necesitaba, mi papá necesitaba oxígeno y no se lo brindaron enseguida”, dijo Leonardo Rodríguez, hijo del fallecido.
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“Él ingresó a las 2:00 de la tarde y eran las 10:00 de la mañana del día siguiente y no le habían puesto su oxígeno", insistió.
Según se pudo conocer, Rodolfo estuvo internado en la unidad de cuidados intensivos hasta este miércoles, cuando los médicos confirmaron su muerte por las complicaciones que le causó la COVID-19.
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Sin embargo, su hijo insiste en que hubo negligencia médica porque, inclusive, le habrían quitado el oxígeno para dárselo a otro paciente.
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"Le quitaron el oxígeno desde las 10:00 de la noche hasta las 4:00 de la mañana. Nos duele esta pérdida porque, verdaderamente, se pudo hacer más por mi padre, me lo dejaron morir", expresó Leonardo, acongojado porque ya son cuatro los miembros de su familia que han fallecido por coronavirus.
El coordinador de la unidad de cuidados intensivos de la Clínica La Misericordia, Abdel Pérez, afirmó que este hombre de 56 años fue “atendido bajo los estándares multidisciplinario de cuidados que exigen estos pacientes con COVID-19”.
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El médico asegura que Rodolfo recibió “las terapias indicadas” por parte de un grupo de especialistas, compuesto por infectólogos, nefrólogos e intensivistas; pero lastimosamente su salud se fue deteriorando con el paso de los días.
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