En los últimos años, los edulcorantes bajos en calorías (LNCS, por sus siglas en inglés) han cobrado relevancia como una alternativa al azúcar en el contexto de América Latina, donde la prevalencia de sobrepeso y obesidad en adultos alcanza alrededor del 60%. La relación entre estos edulcorantes y la gestión del peso, así como los hábitos alimenticios, es un tema de creciente interés debido al incremento en las tasas de enfermedades crónicas no transmisibles, como la diabetes, que amenaza con afectar a 49 millones de adultos en la región para el año 2045.
¿Los edulcorantes son buenos o malos?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el consumo de azúcar represente menos del 10% del total de calorías diarias. Sin embargo, en numerosos países de América Latina, este consumo excede dicha recomendación. En este contexto, reemplazar el azúcar por edulcorantes bajos o sin calorías se presenta como una estrategia eficaz para reducir tanto el azúcar como las calorías. Un estudio de la OMS estima que esta sustitución podría disminuir el consumo en hasta 38 gramos de azúcar y 135 calorías por día.
Efectos de los azúcares y edulcorantes en la salud
El doctor Brian Cavagnari, de la Pontificia Universidad Católica Argentina, presentó estudios sobre los efectos de los azúcares y los LNCS en la salud, mostrando que el reemplazo de productos azucarados por aquellos endulzados con LNCS puede reducir de forma modesta pero significativa el peso corporal. Este efecto es atribuible a una reducción en la ingesta calórica total, que varía entre 135 y 225 calorías diarias. Estos resultados, obtenidos a partir de revisiones sistemáticas de ensayos clínicos aleatorizados, representan el más alto nivel de evidencia en la relación entre el uso de LNCS y el control de peso.
Asimismo, otros estudios clínicos han demostrado que el consumo de LNCS no tiene efectos negativos sobre la presión arterial, los niveles de azúcar e insulina en ayunas, o los niveles de lípidos en sangre. En países de América Latina con una alta prevalencia de sobrepeso y obesidad, donde el consumo de azúcar excede las recomendaciones, los LNCS representan una herramienta eficaz para reducir la ingesta de azúcares y calorías.
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¿Qué dicen los expertos sobre los edulcorantes?
En el marco de la Conferencia de la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT) 2024, celebrada en Medellín, Colombia, diversos expertos de América Latina compartieron estudios y experiencias sobre el uso de edulcorantes bajos en calorías en la región. La doctora Susana Socolovsky, presidenta de la Asociación Argentina de Tecnólogos de Alimentos, destacó que en los últimos 15 años, ningún estudio en Iberoamérica ha detectado niveles de consumo de edulcorantes que excedan la Ingesta Diaria Aceptable (IDA), incluso en grupos poblacionales vulnerables como los niños y las mujeres embarazadas. Estos hallazgos ratifican la seguridad de los LNCS y la falta de efectos adversos en la salud a los niveles de consumo observados.
En países como Chile, donde los esfuerzos de reformulación alimentaria han sido pioneros, se ha logrado una mayor disponibilidad de productos con bajo contenido de azúcar. Incluso con esta oferta ampliada, los estudios han demostrado que los niveles de consumo de edulcorantes siguen siendo seguros y están muy por debajo de los límites establecidos.
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¿Por qué las personas prefieren alimentos que tengan dulce?
La profesora Adriana Gámbaro, de la Universidad de la República en Uruguay, explicó que la preferencia humana por el sabor dulce es una característica natural, pero que no necesariamente incrementa el deseo de consumir alimentos dulces. Contrario a la creencia común, la evidencia actual no respalda la hipótesis de que la exposición al dulzor —ya sea a través del azúcar o de los edulcorantes— aumente la preferencia por los productos dulces. De hecho, algunos estudios clínicos sugieren que la exposición al sabor dulce podría incluso reducir el antojo de dulces, al menos a corto plazo.