La reforma a la salud fue aprobada a finales del año pasado por la Cámara de Representantes y pasó a debates en el Senado a pesar de las numerosas críticas hechas al proyecto por asociaciones médicas y de pacientes.
El objetivo de la iniciativa es modificar el sistema de salud pública, enfocándolo más en prevención y atención primaria, incluyendo regiones alejadas donde no hay clínicas ni casi atención.
Esta iniciativa conlleva una pérdida de poder y de gestión de lasEntidades Prestadoras de Salud (EPS), empresas privadas que manejan los recursos de los contribuyentes para ofrecer los servicios.
Sin embargo, el proyecto de ley ha sido muy criticado, incluso por congresistas de partidos aliados del Gobierno, como la Alianza Verde, así como por asociaciones médicas y opositores que argumentan que no es viable desde el punto de vista fiscal y que empeorará la atención sanitaria que reciben los colombianos.
Publicidad
En contraste con ello, la situación en distintos frentes de la atención siguen preocupando y pareciera no mejorar y peor aún, intensificarse.
De acuerdo con Néstor Álvarez, presidente de la Asociación de Pacientes de Alto Costo, el panorama es crítico sobre todo en tratamientos para pacientes con cáncer.
Publicidad
"Es importante mencionar que aquí hay el problema está afectando a todos; cáncer, VIH trasplantados", dijo.
Agregó que pese a las quejas que los distintos pacientes hacen llegar a la Superintendencia, pareciera que no fuera suficiente, pues la atención sigue siendo insuficiente.
"Tenemos una situación muy crítica, absolutamente nadie le está soportando la violación al derecho y defendiendo al paciente en ese círculo cerrado y que no hay pagos. Hay demoras en atención y mala calidad de la atención. La EPS nos dicen los centros de control tampoco responden. El paciente está abandonado, a nosotros nos llegan pacientes que tienen tres y cuatro veces una queja puesta en la Supersalud, sin resolver", reveló.