Los animales no son los únicos afectados por los estruendos que ocasiona la quema de pólvora, que aumenta en el país durante la temporada decembrina. La pirotecnia también afecta considerablemente a las personas con condiciones especiales como autismo, según explicó Juanita Calle, psicóloga de la Universidad Javeriana, en diálogo con Mañanas BLU , cuando Colombia está al aire.
"La mayoría de personas tienen alteraciones en los canales sensoriales, entonces la intensidad de los ruidos de la pólvora es insostenible para ellos", señaló la psicóloga.
La psicóloga explicó que los sonidos ocasionados por la pólvora "pueden generar estados de estrés y ansiedad absolutamente extremos" en población con condiciones especiales, llevándola incluso a niveles "en los que se pueden agredir a ellos mismos, tener respuestas de huida o agredir a sus familiares cercanos, porque son sonidos que literalmente les duelen".
"Afecta su emoción, su comportamiento, su conducta y puede generar hasta convulsiones", añadió la profesional.
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"En la medida en que la persona tenga menos capacidad de comprender el fenómeno tiene mucha más afectación. He conocido niños que sienten un caos interno que no tienen ni idea de cómo manejar", prosiguió
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Por eso, la experta recomendó a quienes tengan familiares o conocidos con condiciones especiales, como el ya mencionado autismo, la denominada técnica de la anticipación que, según detalló, "permite prepararlos un poco para lo que va a suceder con imágenes o videos en el computador". Sin embargo, recalcó que aunque esta técnica "no siempre es efectiva, puede prepararlos".
Sumado a eso, la psicóloga sugirió otras opciones como "darles audífonos que aíslan el ruido, tenerlos en habitaciones que no tengan ventanas abiertas o distraerlos con algo mientras suena la pólvora".
Igualmente dijo que aunque el miedo de las personas con condiciones especiales a la pólvora "es una situación que muchas veces se sale de nuestro control", también es recomendable "validar sus emociones, pero al mismo tiempo acogerlos en la parte afectiva para aminorar el efecto tan adverso" que tiene en esta población el sonidos de la pirotecnia.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) uno de cada 160 niños tiene el trastorno del espectro autista, también conocido como TEA, y según estudios epidemiológicos realizados durante las últimas cinco décadas la prevalencia de este trastorno, que representa un conjunto de dificultades y alteraciones que afectan al desarrollo neurológico de los niños y niñas en edades tempranas, va en aumento.
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Escuche la entrevista completa: