El 5 de junio de 1981, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de EEUU reportó el caso de cinco hombres que acudieron al médico y fueron tratados por una neumonía en Los Ángeles
Dos de ellos murieron y tenían varios factores en común: eran jóvenes homosexuales sanos, que tenían una vida sexual activa. El mundo comenzó a hablar de “cáncer gay” o “cáncer rosa”
Un mes después, se conocieron casos similares en el estado de Nueva York. La enfermedad comenzó a detectarse también entre personas que se inyectaban drogas y pacientes hemofílicos
En 1982, científicos demostraron que la transmisión se producía a través de la sangre y del intercambio de fluidos sexuales. En París, en 1983, el Instituto Pasteur aisló a los agentes infecciosos de la nueva enfermedad
A principios de los años noventas, la infección por VIH llegó a ser la primera causa de muerte en personas de entre 20 y 40 años