En el marco del Día Internacional sin WiFi, expertos en salud alertan sobre los posibles efectos perjudiciales de las ondas electromagnéticas emitidas por esta tecnología, afirmando que alteran los ritmos biológicos, el estado de ánimo y la salud en general.
La Agencia Internacional de Investigación del Cáncer ha clasificado estas radiaciones como posibles agentes carcinógenos tipo 2B en los seres humanos.
Gianna Henríquez, médica salubrista y coordinadora del Instituto Nacional de Cancerología, respalda esta afirmación y dice que sí bien, no es comprobado que estas radiaciones emitidas por el WiFi generen cáncer, sí presentan un riesgo para la salud del ser humano y ofrece consejos para mitigar los posibles riesgos.
"Es esencial evitar una exposición innecesaria, manteniendo los dispositivos que emiten estas radiaciones lejos de lugares sensibles, como las áreas de descanso. Además, se recomienda ubicar el router de WiFi a una distancia segura de las zonas de mayor actividad en el hogar u oficina, apagar el router cuando no esté en uso antes de dormir y evitar mantener teléfonos celulares en las mesitas de noche, manteniéndolos fuera del dormitorio", enfatiza Henríquez.
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El mal uso del WiFi, según Henríquez, puede desencadenar síntomas como irritabilidad, insomnio, cambios de humor, dolores de cabeza e, incluso, depresión, lo que subraya la importancia de un uso responsable de esta tecnología inalámbrica e invita a la población mundial a crear conciencia sobre el uso inteligente de esta red inalámbrica y a seguir las pautas de seguridad recomendadas para minimizar los posibles efectos adversos en la salud.
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