La salud mental es un componente esencial del bienestar general de las personas de todas las edades, incluido el adulto mayor. Sin embargo, a medida que las personas envejecen, pueden experimentar cambios en su salud mental que pueden afectar su capacidad para funcionar en la vida cotidiana.
Según los expertos, el estado de su salud mental es preocupante, situación que además se ha agravado por la soledad, una condición que se incrementó más de un 60 % durante la pandemia y que a la fecha sigue aumentando y parece no tener techo.
"La salud mental se refiere al estado general del estado emocional, psicológico y social de una persona. Incluye la capacidad para manejar el estrés, las relaciones interpersonales y, sobre todo, la capacidad de gestión de las exigencias que nos presenta la vida. Es un aspecto fundamental de la salud", dijo Verónica Rodríguez, coordinadora del área de Bienestar de Senior's Club, una compañía dedicada al cuidad de la salud mental en mayores y, además, psicóloga clínica con profundización en psicoanálisis, a Blu Radio.
Cinco acciones para contribuir a la salud mental de los adultos mayores
- Derribar los estigmas de que la vejez es mala.
- Reconocer que las enfermedades mentales son un problema que se debe tratar a tiempo y que afectan por igual a las personas sin detrimento de su condición social.
- Promover y mantener la integración y la participación de los adultos mayores en la sociedad, así como reconocer sus aportes a la comunidad.
- Favorecer las relaciones sociales intergeneracionales en las que cumplen un papel fundamental las redes de apoyo, entre ellas: la familia, los vecinos, los amigos, las organizaciones y demás instituciones que velan por mejorar la calidad de vida de esta población.
- Incentivar la seguridad y la tranquilidad de los adultos mayores, dos factores esenciales que contribuyen a mejorar su salud mental, ya que la sensación de vivir en un entorno seguro y protegido reduce la carga de preocupaciones relacionadas con la seguridad personal y el mantenimiento del hogar.
Según Rodríguez, hay que quitar ese paradigma de que la persona mayor ya "no puede hacer nada", sino buscar estrategias que las personas puedan seguir sintiéndose vivas y para ello, es importante hacerle saber a esta persona que sigue siendo funcional.
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