La depresión se ha convertido en uno de los problemas más comunes entre jóvenes de todo el mundo, y Colombia no es la excepción, pues según el estudio realizado por un grupo de investigación Ceinfes del Centro de investigación, innovación y desarrollo, el 70 % en el país sufren de depresión o son poco felices.
El estudio se realizó a 1350 jóvenes, entre los 12 y 17 años, con validación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para determinar el estado de la salud mental en Colombia.
"La situación es muy preocupante. Cuando vimos los años 2020- 2021 y encontramos muchos jóvenes con situación de depresión, de tristeza, de pocas ganas de vivir, de ideación suicida, pues muchas personas pensaron que era producto de la pandemia. La pandemia los había aislado de sus grupos, de sus fiestas, de sus celebraciones de fin de semana y muchos pensaron que estaba muy asociado a la pandemia. Pero si uno hace un estudio con más cuidado va a encontrar que antes de 2020 ya la situación era muy preocupante", explicó Julián de Zubiría, creador del modelo educativo dialogante, en diálogo con En Blu Jeans.
Según el experto, el crecimiento de los problemas de salud mental en Colombia también se deben al inminente crecimiento de la tecnología, pues las personas se han aislado en su propio mundo bajo una paradojas de crear vínculos a distancia rompiendo los más cercanos.
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¿Cómo se puede identificar si un adolescente está sufriendo problemas de salud mental?
"El nivel de depresión uno lo puede ver por distintos factores; por ejemplo, jóvenes que no quieren salir a la calle, vuelve a afectar la tecnología. Jóvenes con pocas ganas de hacer actividades, jóvenes que leen poco, que oyen poca música, que tienen un grupo pequeño de amigos, pues esas son las alertas. Todos tenemos crisis y todos tenemos un poco de tristeza en múltiples momentos, pero si hubiera un indicador, uno, que hay que poner mucha atención, tiene que ver con el de las interacciones sociales", puntualizó.
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Zubiría considera que también es importante decir que las generaciones actuales son más frágiles a la hora de afrontar problemas personales, entonce ven "como única opción" estas tendencias como forma de expresar algo que les lastima.
"Hoy, los adultos vivimos con miedo. Creemos que el mundo es inseguro, que si el hijo sale a la calle lo van a matar, lo van a violar, lo van a atracar, que si va a una fiesta, que si se queda donde un amigo. Los estudios nos muestran que los niveles de angustia en los padres son totalmente desproporcionados", añadió.