Colombia inicia una nueva etapa de confinamiento debido al alto porcentaje de ocupación de camas UCI en el país y la llegada del segundo pico de la pandemia. ¿Estamos preparados psicológicamente para una nueva cuarentena?
Tres invitados a Mañanas BLU 10:30, cuando Colombia está al aire, se refirieron al tema: Amália Gordóvil, doctora en psicología y docente de la Universitat Oberta de Catalunya; Hernán Ravelo, psicólogo de la Universidad Católica de Colombia, UniAndes y Behavioral Tech; y la doctora Ingeborg Porcar, experta en psicología de las crisis.
Según el psicólogo Hernán Ravelo, la pandemia ha tenido varias fases en cuanto a las reacciones emocionales.
"El impacto inicial llevó a un nivel de preocupación y temor en las personas. La primera respuesta estaba asociada al miedo, la angustia y la preocupación", declaró Hernán Ravelo
"Una vez se desarrolló el contagio y se empezó a tener el reporte de las primeras víctimas por COVID-19, inició otra variable, no solo el miedo sino la tristeza y la rabia. Cuando empezamos a perder a aquellas personas que queríamos", agregó.
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"En este punto que está pasando vamos a tener a la persona que ya tuvo COVID o que conoció casos de cercanos. También está ese grupo poblacional que ve el COVID lejos", complementó.
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Según Amália Gordóvil, no se puede caer en la visión simplista negativa, pues en algunos casos hubo reacciones favorables en las familias.
"Muchas familias nos dijeron que el confinamiento les había venido bien", sostuvo.
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"Es cierto que los niños se resienten porque ellos quieren jugar con los amigos, pero si montamos un buen sistema de rutinas, de hábitos en casa, de horarios, tenemos que ser un poco positivos y esperanzados", complementó.
En concepto de la doctora Ingeborg Porcar, centrarse solo en la parte negativa da una visión catastrofista.
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"Reinvidicaría una visión un poco más normabilizadora. Creo que uno de los retos que tenemos ante esta situación es no patologizar, no darle solo lecturas negativas a las respuestas de las personas", declaró.
"El confinamiento en sí, por supuesto genera estrés y problemas de convivencia. Con los adolescentes genera roces. En los hijos pequeños puede ayudar, pero en los grandes es complicado. No estoy diciendo que no existan problemas, sino que una de las lecturas añadidas es que a todo eso puede dársele la vuelta para intentar que sea una fuente de aprendizaje", complementó.
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Escuche el análisis de este tema en Mañanas BLU 10:30, cuando Colombia está al aire:
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