El médico santandereano Germán Leonardo Abril Arenas, quien hace parte de los profesionales que trabajan en los ensayos clínicos de la Sputnik V, la vacuna del COVID-19 que desarrolló Rusia, aseguró que en septiembre se tiene programado aplicar el medicamento a 2 millones de rusos, entre los que están primero los médicos y los integrantes del Ejército, para luego sí iniciar el proceso de exportación del antídoto.
“Esta que se patentó el pasado 14 de agosto no quiere decir que vaya a ser la única, está muy seguro el campo militar ruso que va tener excelentes resultados, sin embargo, no va ser la única vacuna, es más bien una luz de esperanza que busca decirle al mundo sí se puede, sí existe luz al final del túnel, pero muy seguramente con el paso de los meses los demás países van a ir llegando a buen puerto”, explicó el médico santandereano.
Germán Leonardo Abril es oriundo de Mogotes, Santander, y estudió en Cuba, gracias a una beca para estudiar Medicina, posteriormente aplicó para hacer su residencia en la primera Universidad de Sechenov, en Moscú, Rusia, por lo que vive en ese país desde el 2017.
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“En Rusia se está hablando de una producción de 500 millones de dosis por año y la distribución va ser escalonada, es decir primero se hace una distribución con las personas que tienen más contacto con el virus, que en este caso son los médicos y posteriormente por grupos poblacionales, por ejemplo ejército, profesores, entre otros”, aclaró el doctor santandereano.
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El médico aclaró que la vacuna rusa contra el COVID-19 tardará unos 18 meses en poder llegar a toda la población mundial y además manifestó que el objetivo de sacarla al mercado de manera rápida era aliviar la economía mundial que estaba muy tensionada porque no había aún un resultado positivo.
Entre otras cosas el medico explicó que Rusia solo va cobrar la producción en masa del fármaco y no el desarrollo o diseño de la vacuna, por lo que la vacuna puede llegar a costar 12 dólares por unidad sin costo de envío.