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Claves para un envejecimiento saludable: estimulación cognitiva y sensorial

La estimulación cognitiva y sensorial son fundamentales para fortalecer la memoria, la concentración, la toma de decisiones y la autonomía durante la vejez. Conozca aquí otras claves para tener un envejecimiento saludable.

La estimulación cognitiva y sensorial, un camino hacia el envejecimiento saludable
La estimulación cognitiva y sensorial, un camino hacia el envejecimiento saludable//
Foto: Pexels

La estimulación cognitiva y sensorial son fundamentales para fortalecer la memoria, la concentración, la toma de decisiones y la autonomía durante la vejez, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los trastornos neurocognitivos representan una de las principales causas de discapacidad y dependencia en personas mayores.

El envejecimiento conlleva naturalmente una disminución en las capacidades físicas y cognitivas. La estimulación mental recurrente puede influir en dos resultados posibles: un envejecimiento cognitivo saludable, manteniendo habilidades como la memoria y el lenguaje; o la manifestación de enfermedades neurodegenerativas asociadas con alteraciones en el tejido nervioso.

Enfermedades neurodegenerativas más comunes

El Alzheimer es una de las afecciones más comunes, afectando a cerca de 260.000 colombianos, y causa un deterioro progresivo en la memoria, el pensamiento y la conducta. Por otro lado, el Parkinson, presente en aproximadamente 300.000 personas en Colombia, es un trastorno del movimiento que provoca temblores, rigidez muscular y dificultad para moverse.

Según la OMS, más de 55 millones de personas en todo el mundo tienen algún trastorno neurocognitivo mayor, siendo el Alzheimer la patología más común. Estos trastornos son la séptima causa de muerte y una de las principales causas de discapacidad y dependencia en personas mayores a nivel global.

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Para prevenir o tratar estas enfermedades, la estimulación cognitiva es esencial. Actividades como la lectura, el ejercicio físico, el aprendizaje de idiomas o instrumentos musicales, el contacto social y ejercicios de memoria pueden retrasar el deterioro cognitivo. La terapia ocupacional y técnicas de reminiscencia, que incluyen el uso de fotografías y objetos para recordar experiencias pasadas, también pueden ser beneficiosas. Además, la estimulación sensorial, que involucra los sentidos y experiencias táctiles, puede mejorar el bienestar emocional y promover la autonomía.

“El objetivo principal de estas actividades consiste en retrasar el deterioro de las capacidades cognitivas el máximo tiempo posible, a través de la realización de prácticas concretas que ayudan al razonamiento, la memoria, el lenguaje, los procesos de orientación, entre otras cosas”, mencionó Andrea Romero, coordinadora de recreación. Así mismo, cuando ya se tiene un diagnóstico médico de deterioro cognitivo, estas actividades ayudan a ralentizar en cierto grado el avance progresivo de estas patologías.

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