Un total de 320 personas víctimas del conflicto armado en Bucaramanga participaron en el programa "Me empleo sin barreras", una iniciativa impulsada por el Ministerio de Trabajo en alianza con la Unidad para las Víctimas, el SENA y BD Guidance. Este proyecto busca mitigar las barreras de acceso al mercado laboral formal que enfrentan las poblaciones más vulnerables en Colombia.
La convocatoria, liderada por la Dirección Territorial Santander de la Unidad para las Víctimas, seleccionó a personas pertenecientes a grupos como la comunidad indígena Embera, población con discapacidad y diversidad de género, quienes enfrentan mayores dificultades para encontrar empleo.
Durante las jornadas del programa, los beneficiarios recibieron orientación para elaborar y postular su hoja de vida, además de atención psicológica laboral para identificar ofertas laborales acordes a sus perfiles. Como parte del apoyo, cada participante recibió un bono de 100.000 pesos, canjeable por alimentos o ropa.
"Estas jornadas no solo fortalecen las capacidades de las víctimas, sino que les permiten acceder a oportunidades reales de empleo formal, rompiendo las barreras que históricamente han enfrentado”, dijo Dennis Alba, profesional de emprendimientos y empleabilidad de la Unidad para las Víctimas.
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Entre las vacantes ofrecidas se incluyen cargos como asesores comerciales, auxiliares de bodega, domiciliarios y terapeutas ocupacionales.
Adicionalmente, los asistentes contaron con el apoyo de un orientador que facilitó la obtención del certificado de inscripción en el Registro Único de Víctimas (RUV), requisito indispensable para participar en el programa.
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