Sara Alarcón, la artista colombiana que transforma la cotidianidad a través del color

Entre pinceles y lienzos, Sara Alarcón, una antioqueña que poco a poco está ganando reconocimiento no solo en su natal Medellín sino en otras ciudades de Colombia, pasa sus días transformando la cotidianidad. La curiosidad con que ve su entorno le ha permitido formarse como una artista reconocida por el colorido de sus obras que deleitan el ojo humano.

Su trabajo no solo captura la esencia de lo cotidiano, sino que lo exalta y lo distorsiona de manera que sorprende y conecta con el espectador. Con una técnica mixta que incluye acuarela, acrílico y óleo, Alarcón fusiona texturas y estilos, explorando los límites de la pintura con una propuesta que está marcando la diferencia en el panorama artístico.

Actualmente, su trabajo ‘Museo del Buñuelo’ se encuentra expuesto en la Casa de la Cultura La Barquereña en Sabaneta, Antioquia. Allí presenta una colección de diez obras que reimaginan el buñuelo, un alimento profundamente arraigado en la cultura popular colombiana, desde diferentes perspectivas. Una de las piezas es Aroma Buñuelo, en la que una persona disfruta de una taza de café, cuya forma es un buñuelo, mientras que otra obra presenta un racimo de buñuelos, llevando la idea de lo cotidiano al límite de lo surrealista.

Cada obra tiene un enfoque diferente, pero todas parten de la misma premisa: distorsionar y exaltar elementos cotidianos para ofrecer una visión renovada de la realidad.

La Distorsión: un estilo que rompe moldes

Para Alarcón, el concepto de distorsión no se trata solo de alterar formas, sino de exaltar los elementos que a menudo pasan desapercibidos. "Lo que marca la diferencia en mi trabajo es mi estilo, que denomino ‘distorsionado’. Lo que hago es tomar lo cotidiano y distorsionarlo a través del color, la textura y el movimiento", explica.

Según ella, el color juega un papel fundamental en esta distorsión: “A través del color uno puede expresar sentimientos, emociones y diferentes etapas por las que todos los artistas pasamos en el proceso creativo. Es una herramienta demasiado útil, divertida, y me encantan las obras coloridas que, además, incluyan distorsión”.

El trabajo de Sara Alarcón no se detiene en la exposición actual. Su meta es recorrer Colombia y retratar los alimentos típicos de cada región, llevando su visión artística a todo el país. Dentro de su lista de proyectos futuros destacan elementos tan icónicos como la hormiga culona, originaria de Santander, los tamales, o el café, un producto emblemático que también tiene un lugar especial en su propuesta artística.

"Quiero representar alimentos de toda Colombia, desde la hormiga culona hasta el café, que en Santander es muy fuerte. Estos elementos son parte de nuestra cultura y es fascinante cómo algo tan cotidiano puede transformarse en arte", comenta Alarcón, quien ve en la gastronomía una fuente inagotable de inspiración. Su enfoque es hacer que lo tradicional se convierta en algo novedoso a través de su estilo distorsionado.