Santandereana fallece en España al defender a su hija de los abusos de su pareja

Cuando estaban ultimando los detalles para abrir un bar llamado 'El Torreagüero', un proyecto dedicado a visibilizar la lucha contra la violencia hacia la mujer, Alicia Porras, de 78 años, se interpuso entre su yerno y las balas para salvar la vida de su hija, Claudia Sarmiento Porras. Claudia había sufrido un largo ciclo de violencia a manos de su pareja, un hombre de 58 años.

Hace poco, Claudia había decidido dejarlo y lo denunció por maltrato. Aunque ya contaba con una caución y una orden de alejamiento en su contra, el agresor las buscó en el lugar donde estaban organizando la apertura del bar, que estaba programada para este fin de semana. Llegó armado con dos pistolas y un cuchillo.

El bar tenía un significado especial para Claudia y su familia. Había sido concebido como un espacio para retomar sus vidas y brindar apoyo a mujeres víctimas de violencia intrafamiliar. Sin embargo, la tragedia llegó cuando Sebastián D. M., exvigilante y pareja sentimental de Claudia, irrumpió armado en el establecimiento, ignorando las medidas judiciales y demostrando que estaba dispuesto a todo para forzar su regreso con ella.

En medio de la confrontación, Alicia, viendo la situación, se interpuso valientemente entre el agresor y su hija. Recibió dos disparos: uno en la cabeza y otro en el abdomen. Trabajadores que estaban en el lugar lograron retener al hombre para evitar que huyera, y de inmediato llamaron a las autoridades.

Medios españoles confirmaron que el agresor será juzgado y procesado por la justicia española por el delito de feminicidio.

Alicia, quien llevaba más de 20 años radicada en España junto con sus hijas, originarias de Santander, había emigrado en busca de nuevas oportunidades cuando estas eran pequeñas. Ahora, su familia enfrenta el dolor de su pérdida mientras exige justicia.

La familia Sarmiento Porras clama a las autoridades españolas que este hecho no quede impune. El bar 'El Torreagüero', que representaba un símbolo de esperanza y resistencia, se ha convertido en un recordatorio de la lucha constante contra la violencia de género .